COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
Romero Lorenzo, Raquel 1; Camacho Nieto, Ana 1; Goncalves Faria, Valeria Betania 1; Sánchez Del Valle, Octavio 1; Galiana Ivars, Alberto 1; Vargas Fernández, Celia Cristina 1; Sánchez Cano, Noelia 1; Gallardo Corral, Esther 1; Colilla Cantalejo, Lucinia 1; Colás Rubio, Juan 1; Corral Pérez, Francisco 2; Luengo Solano, Sonia 2; null, Michele 1
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Nuestra Señora del Prado; 2. Servicio: Neurofisiología Clínica. Hospital Nuestra Señora del Prado
OBJETIVOS
Dependiendo de la edad del debut, la MG se puede dividir en 3 grupos: Early-Onset (EOMG), Late-Onset (LOMG) y Very Late-Onset Miastenia Gravis (VLOMG). En nuestra población de pacientes diagnosticados de MG, analizamos la proporción en cada grupo, así como las características demográficas, clínicas, serológicas y respuesta terapéutica que caracterizan al grupo VLOMG, comparándolo con la literatura.
MATERIAL Y MÉTODOS
Seleccionamos una cohorte de casos de MG diagnosticados entre enero 2019 y abril 2023 en nuestro hospital (n=12) y hacemos un análisis retrospectivo de los datos, dividiéndolos en 3 grupos en función de la edad de debut: EOMG, LOMG y VLOMG.
RESULTADOS
8.3% fue EOMG (n=1) y el 91.7% VLOMG (n=11). La edad media de VLOMG fue de 72.6 años, y hubo predominio masculino 81.8% (n=9). En VLOMG la mayoría presentaron clínica ocular como debut (72.7%; n=8), generalizando posteriormente en 3 de ellos. El 100% de VLOMG presentaron Ac antiAch positivos y ausencia de timoma. El 36.4% (n=4) de VLOMG han presentado durante su seguimiento una MGFA máxima de I. Dos pacientes (18.2%) requirieron ingreso en UCI con IOT (MGFA V).
CONCLUSIONES
Los datos clínicos, serológicos y evolutivos del grupo VLOMG coinciden con la literatura publicada, si bien obtenemos una elevada y llamativa proporción de pacientes en dicho grupo. La dificultad del diagnóstico de MG en población geriátrica está ligada a la multiplicidad de diagnósticos diferenciales. Nuestros hallazgos podrían justificarse por el aumento de la esperanza de vida y un mejor diagnóstico, aunque no podemos excluir un aumento real de la incidencia en ancianos.