COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
Tarruella Hernández, Diana Lucia; Benlloch López, Carlos; Pedrero Prieto, Manuel; Vielba Gómez, Isabel; Morales Caba, Lluis; Fortea Cabo, Gerardo; Tembl Ferrairo, Jose; Escudero Martínez, Irene
CENTROS
Servicio de Neurología. Hospital Universitari i Politècnic La Fe
OBJETIVOS
La calidad de la dieta y la actividad física son predictores de riesgo de enfermedad y mortalidad por todas las causas. A nivel mundial, el ictus isquémico es la segunda causa de mortalidad. La dieta mediterránea ha sido ampliamente asociada a menor riesgo de ictus y mejor pronóstico funcional. Nuestro objetivo es evaluar la adherencia a dieta mediterránea y la actividad física de pacientes a los 6 meses tras un ictus isquémico.
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio retrospectivo recogido de forma prospectiva de pacientes ingresados con ictus isquémico en la Unidad de Ictus en septiembre y octubre 2022. Aplicación del cuestionario internacional de actividad física (IPAQ) y del cuestionario de adherencia a la dieta mediterránea (AdhMeD).
RESULTADOS
Se incluyeron 51 pacientes, 61% mujeres, mediana edad 77 años (62-81). De ellos, 16 (31.4%) presentan una AdhMeD alta y 19 (37.3%) actividad física alta. Sólo 7 (14%) presentan ambas condiciones. El porcentaje de pacientes con AdhMeD alta es mayor en aquellos con independencia funcional a los 3 meses, sin alcanzar significación estadística. Los ítems con más adherencia fueron: uso de aceite de oliva (96%), <1 ración mantequilla/margarina al día (96%) y consumo carne blanca (88).
CONCLUSIONES
La AdhMeD de los pacientes tras un ictus es baja, lo que supone un mayor riesgo de recurrencia. Además, los pacientes tampoco realizan actividad física adaptada a su situación funcional. Es necesario invertir en recursos para llevar a cabo intervenciones efectivas tanto en la dieta como en el ejercicio físico tras un ictus isquémico.