| BARCELÓ HOTEL RENACIMIENTO | Hora: 15:30 | Sala: España 3+4+5
AUTORESDelgado Suarez, Celia 1; Hernandez González-Monje, Mariana 2; Gómez Iglesias, Patricia 1; Molina Sánchez, Maria 3; kurtis Urra, Monica 4; García Morales, Irene 1; García Azorín, David 5
CENTROS1. Servicio de Neurología. Hospital Clínico San Carlos; 2. Servicio: HM-CINAC. HM Universitario Puerta del Sur; 3. Servicio de Neurología. Hospital Rey Juan Carlos; 4. Servicio de Neurología. Hospital Ruber Internacional; 5. Servicio de Neurología. Hospital Clínico Universitario de Valladolid
TEMÁTICAEl ictus es la segunda causa de muerte a nivel mundial y la tercera de incapacidad. El 86% de las muertes tienen lugar en países en vías de desarrollo, donde su incidencia está en aumento. Pretendemos evaluar el conocimiento de esta patología en profesionales sanitarios de Camerún.
OBJETIVOSSe realizó un curso de formación en neurología en Yaounde (Camerún) dirigido a profesionales sanitarios de todo el país. Se recogieron datos demográficos y se administró un cuestionario anónimo previo y post-curso. Se presentan los datos como mediana y rango intercuartílico (IQR) o como porcentaje.
MATERIAL Y MÉTODOSParticiparon 42 profesionales sanitarios (56% mujer) con mediana de edad de 34 años, IQR [30-43]. Atendían una media de 9.06 [σ 13.8] pacientes neurológicos por semana, describiendo la patología cerebrovascular como la tercera en frecuencia (20%). La hipertensión arterial era referida como principal etiología del ictus (76%) seguida de dislipemia (15%) y cardiopatías (4%). Respecto a las pruebas complementarias, sólo referian como importante la realización de ecocardiograma, EKG, doppler de troncos supraaórticos y test VIH en un 7%, 5%, 5% y 2.5% respectivamente. En cuanto al tratamiento posterior un 22,5% de los sujetos mencionó el empleo de vitaminas/nootrópicos para acelerar la recuperación y sólo un 2,5% consideró la fisioterapia como importante. Un 38% de los participantes consideró necesario el uso de tratamiento antiagregante.
RESULTADOSNuestro trabajo muestra carencias de conocimiento en el diagnóstico y manejo terapéutico de la patología cerebrovascular. La realización de cursos de formación específicos en este entorno podría optimizar el empleo de recursos disponibles.