COMUNICACIÓN ORAL | 21 noviembre 2012, miércoles | Hora: 08:00
AUTORES
Pilo de la Fuente, Belen 1; Arroyo Solera, Margarita 2; Alonso Navarro, Hortensia 2; Jiménez Jiménez, Felix Javier 2
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Universitario de Getafe; 2. Servicio de Neurología. Hospital del Sureste
OBJETIVOS
Los anticuerpos antifosfolipido (anticoagulante lúpico, anticardiolipina y anti-β2glicoproteina1) (AAF) se asocian con un mayor riesgo de tromboembolismo arterial y venoso. El síndrome antifosfolípido (SAF) es una trombofilia adquirida autoinmune para cuyo diagnóstico se requiere la existencia AAF en al menos dos determinaciones separadas en 12 semanas (criterio analítico), así como de fenómenos trombóticos y/o pérdidas fetales recurrentes (criterio clínico).
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio descriptivo de pacientes con criterios analíticos de SAF remitidos a la Consulta de Vascular del Hospital del Sureste entre 2008 y 2011. Se recogieron datos epidemiológicos, antecedentes personales, valores analíticos, datos clínicos y de tratamiento.
RESULTADOS
Se estudiaron 11 pacientes (6 mujeres), con una edad media de 58,6 años. Tan sólo 6 cumplían criterios clínicos (cuatro ataques isquémicos transitorios, un ictus y una trombosis venosa). Cinco pacientes tenían cefalea, dos síndromes oculares, ninguno tenía epilepsia ni demencia. De los cinco pacientes con enfermedad cerebrovascular, tres fueron en territorio carotídeo y dos en vertebro-basilar. De las 22 determinaciones analíticas, 19 presentaban una positividad (tres anticoagulante lúpico, cuatro anticardiolipina y doce anti-β2glicoproteina1), dos doble positividad (anticardiolipina y anti-β2glicoproteina1) y uno triple positividad. La presencia de eventos cerebro-vasculares no se correlacionó con los niveles de ninguno de los AAF. Un paciente recibió tratamiento inmunosupresor, dos clopidogrel y siete ácido acetilsalicílico. Ninguno de los pacientes presentó recurrencias en el seguimiento.
CONCLUSIONES
A pesar de los progresos diagnósticos en el SAF, sigue sin estar establecido el valor diagnóstico de los AAF en ausencia de fenómenos trombóticos que respalden el diagnóstico clínico.