COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
Velázquez Benito, Alba 1; García Arguedas, Carolina 2; Gil Villar, MariaPilar 2; Corbalán Sevilla, Teresa 2; Bellosta Diago, Elena 2
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Royo Villanova; 2. Servicio de Neurología. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa
OBJETIVOS
La actividad clínica diaria en un servicio de Neurología se divide en la atención a pacientes ambulatorios y hospitalizados, en ocasiones en otros servicios.Nuestro objetivo es realizar un estudio descriptivo analizando las características de las interconsultas hospitalarias solicitadas a un servicio de Neurología.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se analizaron las interconsultas hospitalarias solicitadas al servicio de Neurología durante 3 meses recogiendo los siguientes datos: servicio peticionario, motivo de consulta, edad, sexo, antecedentes generales y/o neurológicos, tratamiento habitual, síntomas-signos neurológicos, diagnóstico, pruebas solicitadas y seguimiento posterior del paciente.
RESULTADOS
Se analizaron 100 interconsultas. Edad media 64’7 años, 55% fueron hombres y 45% mujeres. Los servicios peticionarios más frecuentes fueron Medicina Interna (32%), Neumología (11%) y Cardiología (10%). Los motivos de consulta fueron “sospecha de ictus” (16%), “ajuste de tratamiento” (14%) y “disminución del nivel de conciencia” (12%). El 30% de los pacientes había presentado focalidad aguda. El 44% tenía previamente una patología neurológica (enfermedad cerebrovascular 11%, deterioro cognitivo 9%, trastorno del movimiento 7%). En un 57% se solicitaron pruebas complementarias. Un 66% de los pacientes fue diagnosticado de una enfermedad neurológica tras finalizar la interconsulta y un 55% precisó seguimiento posterior.
CONCLUSIONES
Las interconsultas hospitalarias suponen un aumento considerable del número de pacientes valorados por un servicio de hospitalización. El perfil es varón de edad superior a 60 años, con factores de riesgo vasculares que presenta focalidad neurológica durante su ingreso. La variedad de patologías valoradas, y la diferente gravedad de las mismas, suponen un reto en la práctica clínica diaria de un servicio de Neurología.