COMUNICACIÓN ORAL | 20 noviembre 2013, miércoles | Hora: 15:30
AUTORES
Fernández Matarrubia, Marta 1; Muñiz Castrillo, Sergio 2; Orviz García, Aida 2; Abarrategui Yagüe, Belen 2; González García, Nuria 2; López Ruiz, Pedro 2; Porta Etessam, Jesus 2
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Universitario Marqués de Valdecilla; 2. Servicio de Neurología. Hospital Clínico San Carlos
OBJETIVOS
Analizar las causas, clínica, diagnóstico, tratamiento y evolución de una cohorte de pacientes con patología del seno cavernoso (SC).
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio descriptivo retrospectivo de 36 pacientes (69,4% mujeres, edad 57,9±17,7 años) con afectación del SC, atendidos en el Hospital Clínico San Carlos entre 1999 y 2013.
RESULTADOS
La causa más frecuente fue la patología inflamatoria idiopática (38,9%), seguida de las fístulas durales (36,1% -11,1% postraumáticas-). El resto fue debido a causas tumorales (11,2%), infecciosas (5,6%) o aneurismas gigantes (5,6%). La diplopía y la cefalea fueron los síntomas de debut más frecuentes (26,5%), seguidos del dolor periorbitario (23,5%). Un 66,7% presentó oftalmoparesia (siendo el nervio oculomotor el más frecuentemente afectado), 25% alteración sensitiva en territorio de V1 o V2 y 17,1% alteraciones pupilares. La mediana de tiempo hasta el diagnóstico de sospecha fue 20 días. El 33,3% habían recibido un diagnóstico previo erróneo. La RM con y sin gadolinio fue la prueba más útil para el diagnóstico etiológico. Tras el tratamiento (47,2% médico, 36,5% endovascular, 2,8% quirúrgico y 5,6% combinado) la mayoría (47,2%) presentó recuperación completa. Fallecieron 5 pacientes (2 de causa infecciosa, 2 metastásica y 1 traumática).
CONCLUSIONES
Debemos sospechar patología del SC ante una afectación unilateral de los nervios III, IV, VI, las ramas V1 o V2 del trigémino o fibras vegetativas pupilares. El diagnóstico diferencial de la patología del SC es extenso y complejo. Se deben incluir trastornos inflamatorios idiopáticos, fístulas, neoplasias, infecciones y aneurismas. La exploración neuro-oftalmológica detallada y la RM dirigida son las herramientas más útiles para el diagnóstico.