COMUNICACIÓN ORAL | 20 noviembre 2013, miércoles | Hora: 15:30
AUTORES
Vila Bedmar, Sara 1; López Blanco, Roberto 1; Ortiz Imedio, Juan 2; Calleja Castaño, Patricia 1; Gonzalo Martínez, Juan Francisco 1; Martínez Salio, Antonio 1; Sánchez Sánchez, Carmen 1; Moreno Ramos, Teresa 3; Villarejo Galende, Alberto 1
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Universitario 12 de Octubre; 2. Servicio: Medicina Interna. Hospital Universitario 12 de Octubre; 3. Servicio de Neurología. Hospital Clínico San Carlos
OBJETIVOS
La afectación del sexto par (VIpc) es una de las neuropatías craneales más frecuentes. En la mayoría de los casos se asume un origen isquémico microvascular en relación con la edad, diabetes o hipertensión arterial. En esta serie analizamos las causas no isquémicas de afectación aislada del VIpc
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio retrospectivo de pacientes ingresados con parálisis aislada no isquémica del VIpc entre 2004-2013. Criterios de exclusión: menores de 16, mayores de 55 años con factores de riesgo vascular (diabetes o hipertensión arterial) y coexistencia de otra focalidad neurológica
RESULTADOS
Se incluyeron 25 pacientes, 17 varones (68%), 8 mujeres (32%); con edades entre 16- 81 años (media 44.2). En 7 pacientes se consideró un origen idiopático (28%), remitiendo espontáneamente en 4 casos (57%). En 4 (16%) hipertensión intracraneal, recuperándose los 3 en los que fue idiopática (75%), pero no en la secundaria pese a tratamiento. En 4 (16%) la causa fue tumoral, tres localizados en cavum y uno en clivus, evolucionando todos desfavorablemente. Tres fueron traumáticos (12%), dos asociados a fracturas craneales, resolviéndose todos. El resto de causas (28%) fueron procesos del seno cavernoso (fístula A-V, malformación dural, Síndrome de Tolosa-Hunt), hipotensión LCR, hemorragia subaracnoidea, vasculitis por crioglobulinemia y paquimeningitis idiopática. Tras la diplopía, el síntoma más frecuente fue la cefalea (85%). Ninguno sufrió parálisis bilateral
CONCLUSIONES
En esta serie, la primera causa de neuropatía del VIpc no isquémica es idiopática, seguida de hipertensión intracraneal idiopática, tumores y traumatismos. La etiología condiciona el pronóstico a largo plazo