COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
Sánchez Lozano, Pablo 1; Argüello Junquera, Maria 2; Guirola , Cristina 3; Ribacoba Montero, Renee 4; Suarez San Martín, Esther 4
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital de Cabueñes; 2. Servicio: Hematología. Hospital Universitario Central de Asturias; 3. Servicio: Geriatría. Hospital Universitario Central de Asturias; 4. Servicio de Neurología. Hospital Universitario Central de Asturias
OBJETIVOS
Una complicación indeseada en el manejo de los pacientes con enfermedad de Parkinson avanzada (EPA) en tratamiento con apomorfina en infusión continúa (APMIC) es la anemia hemolítica (AH). El objetivo de nuestro estudio es valorar la utilidad de los subtipos IgG del test de Coombs directo (TCD) para evitar esta complicación.
MATERIAL Y MÉTODOS
Entre los años 2011-2014 nosotros implantamos el TCD con Ag como método de control semestral. Presentamos una cohorte de 23 pacientes con EPA (9 mujeres y 14 hombres) con una Edad Media 61,3 (rango 52-85). El tiempo de evolución medio de la EP fue de 15 años (rango 11-26) con estadio Hoehn y Yahr en el momento de la implantación entre 2.5 – 4.5 (media 3.18). El flujo de la perfusión osciló entre 3.09-4.17 y la duración entre 14 y 24 horas diarias. Todos estaban en politerapia con Levodopa estándar con una media de 919.19 mg. A todos se les realizaron controles semestrales de hemograma y test de Coombs.
RESULTADOS
En cuatro pacientes con edades comprendidas entre 65 y 85 años se detectaron TCD con antígenos IgG positivos. El flujo de la infusión en ellos varió entre 4,66-6. La bomba fue retirada, aunque era bien tolerada en ese momento.
CONCLUSIONES
La aplicación de los subtipos de IgG es más sensible que el test de Coombs simple y nos permite retirar el fármaco evitando la posibilidad de AH.