COMUNICACIÓN ORAL | 20 noviembre 2015, viernes | Hora: 15:30
AUTORES
Latorre González, German 1; Risco Montemayor, Beatriz 2; Correas Callero, Elisa 1; Rabasa Pérez, Maria 1; Vázquez Pérez, Ana Victoria 1; Rodríguez de Antonio, Luis Alberto 1; Gutiérrez Delicado, Eva 1; Fernández Barriuso, Ines 1; García Castañón, Inmaculada 1; del Valle Loarte, Maria 1
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Universitario de Fuenlabrada; 2. Departamento de Medicina. Universidad Rey Juan Carlos
OBJETIVOS
Describir el uso técnicas invasivas para el tratamiento de las cefaleas en la consulta monográfica del Hospital de Fuenlabrada.
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio observacional descriptivo. Datos recogidos entre diciembre de 2010 y diciembre de 2014. Se seleccionaron los pacientes en los que se usaron técnicas invasivas, registrando los diferentes parámetros para su análisis en bases de datos.
RESULTADOS
231 de los 683 pacientes evaluados en el periodo de tiempo del estudio, recibieron algún tratamiento invasivo (33,8%). El 47,6% padecía migraña crónica, 14,3% cefalea cérvicogénica, 8,2% migraña episódica, 5,2% cefalea en racimos, 4,8% neuralgia occipital, 4,3% cefalea troclear, 1,7% hemicránea continua, 1,7% cefalea numular y el resto (12,1%) otras. La toxina botulínica fue la técnica más utilizada, seguida de los bloqueos anestésicos, técnicas quirúrgicas varias y la infiltración troclear. Un 74,9% de los pacientes recibieron un solo tratamiento; 18,2% dos; 6,5% tres y 0,4% 3 ó más. Un 67,1% tuvieron una evolución favorable tras la aplicación de la técnica. No se observaron efectos secundarios graves debidos al uso de estas técnicas, tan solo algún efecto leve local.
CONCLUSIONES
Las técnicas invasivas son tratamientos de uso creciente. Son seguras y eficaces, aunque sería recomendable realizar más estudios con el objetivo de estandarizar y unificar criterios respecto a la aplicación de las distintas técnicas, especialmente en cuanto al uso de bloqueos anestésicos. Por otra parte, sería recomendable el aprendizaje de estas técnicas durante la formación de los médicos residentes de Neurología y ponen en valor la necesidad de consultas terciarias para el abordaje de algunas cefaleas.