COMUNICACIÓN ORAL | 20 noviembre 2015, viernes | Hora: 15:30
AUTORES
Latorre González, German 1; Rotavista Ramírez, Erika 2; Correas Callero, Elisa 1; Rodríguez de Antonio, Luis Alberto 1; Rabasa Pérez, Maria 1; Fernández Barriuso, Ines 1; del Valle Loarte, Maria 1; García Castañón, Inmaculada 1; Vázquez Pérez, Ana Victoria 1; Gutiérrez Delicado, Eva 1
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Universitario de Fuenlabrada; 2. Departamento de Medicina. Universidad Rey Juan Carlos
OBJETIVOS
Valorar la posible aplicabilidad clínica de lacosamida en el tratamiento de la migraña refractaria.
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio observacional, abierto, multicéntrico, prospectivo. Se incluyeron pacientes mayores de edad con migraña que dieron su consentimiento para participar y que hubieran sido refractarios y/o no hubieran tolerado tratamientos habituales para migraña. Se realizaron tres mediciones de respuesta (basal, 3 meses y 6 meses), mediante escalas MIDAS y HIT-6.
RESULTADOS
Se reclutaron 18 pacientes (88,8% mujeres) con una edad media de 44,6 años. Un 61% diagnosticado de migraña crónica, 16,6% migraña con aura y 16,6% sin aura. Las comorbilidades asociadas fueron: 27,7% presentaban depresión y 22,2% ansiedad, insomnio o tabaquismo. Los fármacos preventivos utilizados previamente fueron: Flunarizina 77,7% (n=14), Topiramato 61,1% (n=11), Ácido valproico 55,5% (n=10), Propanolol 55,5% (n=10), Amitriptilina 44,4% (n=8), Magnesio 33,3% (n=6), Toxina botulínica 33,3% (n=6), Venlafaxina 27,7% (n=5). Durante el estudio se observó tras la última visita una disminución del 50% en la ingesta de analgésicos. Presentaron además una mejoría del 74% en la escala MIDAS y de un 16% en la HIT-6 La medicación fue bien tolerada y no se registraron efectos adversos importantes.
CONCLUSIONES
La disminución más significativa en la escala MIDAS sugiere que el efecto del tratamiento es más consistente en la frecuencia y duración de las crisis y menos en la intensidad. La migraña refractaria es una situación de muy difícil manejo en consultas y la opción de disponer de nuevos tratamientos es esperanzadora. Lacosamida podría resultar una buena alternativa terapéutica susceptible de ser estudiada más rigurosamente mediante ensayos controlados.