COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
Vales Montero, Marta 1; García Pastor, Andres 2; Chavarría Cano, Beatriz 2; Sobrino García, Pilar 2; Iglesias Mohedano, Ana Maria 2; Díaz Otero, Fernando 2; Vázquez Alén, Pilar 2; Luque Buzo, Elisa 2; Salgado Cámara, Paula 2; Simón Campo, Paula 2; Martín Gómez, Miguel Angel 2; Fernández Bullido, Yolanda 2; Villanueva Osorio, Jose Antonio 2; Gil Núñez, Antonio 2
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital General Universitario Gregorio Marañón; 2. Servicio de Neurología. Hospital General Gregorio Marañón
OBJETIVOS
Describir los fenotipos A-S-C-O en pacientes con ictus isquémico con criterios ESUS comparados con no-ESUS.
MATERIAL Y MÉTODOS
Análisis de pacientes con ictus isquémico ingresados en una unidad de ictus durante el año 2010. Se determinó la etiología según las clasificaciones TOAST y A-S-C-O. Se identificaron aquellos pacientes que cumplían criterios ESUS y se comparó el fenotipo A-S-C-O en pacientes clasificados como ESUS frente a los no-ESUS.
RESULTADOS
Se incluyeron 492 pacientes. Según criterios TOAST el 21,1% se clasificaron como ictus cardioembólicos y el 29,3% como ictus criptogénicos de los cuales el 92,4% cumplían criterios ESUS. Ningún paciente clasificado como ESUS obtuvo el valor “1” (causa probable) en ninguno de los fenotipos A-S-C-O. El 27,1% de los pacientes ESUS fueron categorizados como C2 (causa cardioembólica posible) frente al 10,6% de los no-ESUS (p<0,001). El 36.1% de los ESUS fueron clasificados como C3 (enfermedad cardioembólica presente pero causa improbable) frente al 19.8% de los no-ESUS (p<0,001). No se encontraron diferencias entre los grupos ESUS y no-ESUS en la proporción de pacientes que puntuaron 2 o 3 en el resto de fenotipos A-S-C-O.
CONCLUSIONES
La clasificación TOAST cataloga un alto porcentaje de ictus isquémicos como criptogénicos, de los cuales una parte significativa cumplen criterios ESUS. La clasificación A-S-C-O permite identificar fuentes cardioembólicas potencialmente causantes de ictus en pacientes clasificados como ESUS. Nuestros resultados sugieren que una proporción importante de los ictus que cumplen criterios ESUS podrían tener un mecanismo cardioembólico.