COMUNICACIÓN ORAL | 15 noviembre 2016, martes | Hora: 15:30
AUTORES
González García, Maria Nuria; García Azorín, David; Porta Etessam, Jesus
CENTROS
Servicio de Neurología. Hospital Clínico San Carlos
OBJETIVOS
La toxina botulínica es un tratamiento utilizado como preventivo en migraña crónica (MC). Existe un grupo de pacientes que no responden a las dosis habituales o el efecto cesa antes de las 12 semanas. Numerosos estudios demuestran su eficacia y seguridad, sin embargo hay escasos datos sobre las ventajas de dosis más altas en pacientes con respuesta subóptima.
MATERIAL Y MÉTODOS
Aportamos una serie de 30 pacientes con diagnóstico de MC en tratamiento con toxina botulínica según el protocolo PREEMPT con pérdida de eficacia, pasando a un incremento de la dosis de entre 200 y 300 UI cada 12 semanas.
RESULTADOS
Se ha utilizado un protocolo PREEMPT modificado, con una dilución en 1 ml evitando así mayor difusión, y dosis de 200 a 300Ui. Se incrementan los puntos en músculos temporal y occipital. Todos los pacientes partían de al menos 2 infiltraciones de 155-165 UI y el criterio de incremento fue la pérdida respuesta previa o duración de menos de 10 semanas. Se obtuvo respuesta en el 80%. El 53,3 % describe reducción en el total de días de cefalea, y 26,7% reducción en el número de días de migraña. En el 63,3% mejora la intensidad de la cefalea. En el 30% mejoró la duración del efecto. Tuvieron más efectos secundarios el 23 %, fundamentalmente rigidez cervical.
CONCLUSIONES
El incremento de la dosis de toxina botulínica es una opción segura y eficaz en aquellos pacientes con pérdida de respuesta o decremento en la duración del efecto, recuperando una o ambas cosas.