COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
Villar van den Weygaert, Claudia 1; Alemañ Díez, Jose 2; Tejera Martín, Ingrid 2; Rodríguez Gil, Ruyman 3; Castelló López, Marta 4; Sosa Cabrera, Yolanda 2; Alonso Modino, Deborah 2
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Universitario Nuestra Sra. de Candelaria; 2. Servicio de Neurología. Hospital Nuestra Señora de Candelaria; 3. Servicio: Oftalmología. Hospital Nuestra Señora de Candelaria; 4. Servicio de Neurología. Complejo Hospital Universitario Nuestra Sra. de Candelaria
OBJETIVOS
La neuropatía óptica inflamatoria recurrente crónica (CRION) es una enfermedad inflamatoria rara, caracterizada por episodios recurrentes de neuritis óptica subaguda dolorosa, bilateral, con afectación visual grave y con una clara respuesta a corticoides. Presentamos una serie de pacientes con CRION de la consulta de Neurooftalmología de nuestro hospital.
MATERIAL Y MÉTODOS
Revisión de pacientes con neuropatía óptica recurrente (al menos dos episodios) con estudio negativo para esclerosis múltiple, enfermedades sistémicas y ausencia de ac antiNMO.
RESULTADOS
Se encontraron 6 casos, se recogen las siguientes variables: edad, sexo, RM, LCR, ac antiNMo, ac antiMOG, debut clínico, fecha de diagnóstico, tratamientos instaurados, comorbilidades, secuelas visuales.
CONCLUSIONES
La CRION es una enfermedad rara, cuyo diagnóstico es un desafío para neurólogos y oftalmólogos; tiene características clínicas específicas como la recurrencia, la gravedad de la afectación visual y la buena respuesta a corticoides. Los principales diagnósticos diferenciales son las enfermedades desmielinizantes (esclerosis múltiple, espectro de neuromielitis óptica y la enfermedad por anticuerpos anti-MOG), las enfermedades sistémicas (principalmente la sarcoidosis), y las enfermedades infecciosas. Se asume una etiología inmunomediada por su excelente respuesta a corticoides; para evitar los efectos adversos de la corticoterapia crónica se utilizan inmunosupresores a largo plazo para el tratamiento, como el micofenolato de mofetil y el rituximab. En nuestra serie destaca la relativa menor afectación visual que la descrita en la literatura; así como la heterogeneidad del tratamiento (micofenolato, rituximab, metotrexate, azatioprina, corticoides). Es importante conocer esta entidad de cara a instaurar un tratamiento inmunosupresor eficaz que preserve la capacidad visual.