COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
León Ruiz, Moises 1; Gómez Moroney, Andrea 2; Pastor Romero, Belen 2; Sánchez Tornero, Mario 2; Oliva Navarro, Javier 3
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Universitario Severo Ochoa; 2. Sección de Neurofisiología Clínica, Servicio de Neurología. Hospital Universitario La Paz; 3. Servicio de Neurología. Hospital Universitario La Paz
OBJETIVOS
Presentamos un caso de crisis psicógena no epiléptica (CPNE) con mejoría con psicoterapia cognitivo-conductual (PCC).
MATERIAL Y MÉTODOS
Varón de 30 años, sin antecedentes de interés, salvo la muerte de su abuela materna hacía 1 semana por un IAM quien le crió en Ecuador, quien fue llevado a Urgencias por un episodio brusco, presenciado, de 30 segundos, de pérdida de consciencia con movimientos tónico-clónicos, tras consumir una copa de alcohol, con amnesia lacunar parcial. La exploración clínica-neurológica evidenció una hemiparesia izquierda leve fluctuante. Neurología (NRL) de Guardia solicitó analítica general (incluyendo tóxicos en orina), ECG, TAC craneal y vídeo-EEG urgentes.
RESULTADOS
Las pruebas complementarias fueron normales, registrando el vídeo-EEG, un nuevo episodio clínico, con respuesta a órdenes, claudicación paulatina y simétrica de la extremidad superior izquierda, cierre palpebral forzado, disartria, y movimientos de arqueamiento dorsal y negación, sin correlato eléctrico. Tras valoración por Psiquiatría (PSQ) y Psicología (PSC), fue diagnosticado de CPNE, confesando maltrato paterno, dado de alta con lorazepam 1 mg sublingual de rescate, completando PCC (12 sesiones semanales [1 hora/sesión]) con excelente respuesta.
CONCLUSIONES
Las CPNE surgen de una disfunción conductual-cognitiva que involucra elementos de respuesta al estrés y procesamiento emocional anormales, asociando con frecuencia antecedentes traumáticos vitales. La epilepsia comórbida ocurre hasta en el 30% de pacientes. Antes de diagnosticar de epilepsia se debe realizar una integración clínica, analítica, neurorradiológica y neurofisiológica para evitar un diagnóstico y tratamiento erróneos, precisando un manejo diagnóstico-terapéutico interdisciplinar entre NRL, Neurofisiología Clínica, PSQ y PSC. El tratamiento de elección es la PCC, como demuestra nuestro caso.