COMUNICACIÓN ORAL | 25 noviembre 2017, sábado | Hora: 08:00
AUTORES
Reyes Garrido, Virginia 1; Fernández Sánchez, Victoria Eugenia 2; Muñoz Ruiz, Teresa 1; Postigo Pozo, Maria Jose 2; Urbaneja Romero, Patricia 1; León Martín, Antonio 1; Guerrero Fernández, Manuel Miguel 1; Alonso Torres, Ana Maria 1; Moreno Arjona, Maria Paz 1; Villagrán García, Macarena 1; Castro Sánchez, Victoria 1; Ciano Petersen, Nicolas Lundahl 1; Pons Pons, Gracia 1; Fernández Fernández, Oscar 3; Serrano Castro, Pedro 1
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Regional Universitario de Málaga; 2. Servicio: Neurofisiología Clínica. Hospital Regional Universitario de Málaga; 3. Servicio de Neurología. Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA)
OBJETIVOS
La neurodegeneración está presente desde el comienzo de la esclerosis múltiple (EM). Determinarla es importante para el desarrollo de estrategias terapéuticas enfocadas a este sustrato patogénico. Los potenciales evocados pese a su exclusión de los criterios diagnósticos vigentes, tienen un enorme valor diagnóstico y podrían ser útiles como medidas de daño axonal. Nuestro objetivo es correlacionar la información que nos aportan con datos de cuantificación en resonancia más establecidos como factores predictivos de discapacidad.
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio retrospectivo observacional en pacientes con diagnóstico de EM. Recogimos variables demográficas, clínicas, de potenciales evocados (visuales, acústicos, somestésicos y motores: tiempo de conducción central-TCC y amplitud; escala combinada) y cuantificamos el volumen cerebral total (VCT) y segmentado en sustancia gris (VSG) y sustancia blanca, empleando enmascaramiento de lesiones, así como la carga lesional. Correlacionamos estas variables entre sí y con la discapacidad medida por EDSS.
RESULTADOS
Seleccionamos 60 pacientes EM (39 mujeres) con edad media al diagnóstico de 29.4 años (5-51). El VSG, media= 7.35 x105(5.53x 105 – 9.06 x105) se correlacionó muy significativamente con los TCC de los PEM de MMSS y de MMII (r= -0,54;p<0,001) y con la amplitud de la p39 (r= -0,53;p<0,003), así como con la media de la EDSS al año 1.5 (0-5) y a los dos años 1,7 (0-5.5).
CONCLUSIONES
Existe muy buena correlación entre las medidas de atrofia cerebral y de potenciales evocados motores y somestésicos. Cuantificar estas medidas al diagnóstico de la enfermedad puede ser útil como dato pronóstico adicional en etapas precoces de la enfermedad.