COMUNICACIÓN POSTER

AUTORES

García López, Maria del Carmen; Fernández Recio, Maria; Castela Murillo, Amaya; Fernández Moreno, Maria del Carmen

CENTROS

Servicio de Neurología. Complejo Hospitalario Nuestra Señora de Valme

OBJETIVOS

El dolor facial idiopático persistente es un cuadro infrecuente caracterizado por dolor recurrente durante al menos dos horas al día en un periodo de tres o más meses, sin déficit neurológico asociado y excluyendo patología dental. Se han propuesto varias líneas de tratamiento con un beneficio discreto. Describimos un caso con buena respuesta a tratamiento con toxina botulínica.

MATERIAL Y MÉTODOS

Mujer de 23 años, sin antecedentes de interés, que presenta desde hace 7 años dolor constante, sordo y en ocasiones sensación de quemazón a nivel mandibular bilateral irradiado a hemicara superior, que se desencadena con la masticación, sin clínica disautonómica acompañante. Los síntomas comenzaron tras extracción dentaria en arcada inferior derecha. Valorada por Cirugía Maxilofacial con pruebas complementarias normales descartan patología dental. Remitida a consultas de Neurología, se prueban diversos tratamientos farmacológicos (amitriptilina, pregabalina, carbamazepina, AINES, corticoides) con ligera mejoría y presentando algunos periodos de remisión parcial. Sin embargo, en el último año muestra empeoramiento llegando a ser ingresada en planta para control del dolor.

RESULTADOS

Se infiltran 2.5 UI de toxina botulínica en 4 puntos de forma bilateral (1 temporomandibular, 1 frontal, 2 malares), presentando mejoría progresiva del dolor, quedando asintomática en revisiones posteriores y reduciendo resto de medicación oral. Actualmente, refiere buen control con dosis bajas de carbamazepina de mantenimiento.

CONCLUSIONES

La infiltración con toxina botulínica es una alternativa que puede resultar eficaz en aquellos casos de dolor facial persistente con escasa respuesta a fármacos y limitaciones importantes en la vida del paciente.