COMUNICACIÓN ORAL | 20 noviembre 2018, martes | Hora: 15:30
AUTORES
Santos Pinto, Ana 1; Del Saz Saucedo, Pablo 2; Huertas Arroyo, Rafael 2; Garcia Ruiz, Rafael 2; Lomas Meneses, Amparo 2; Alises Moraleda, Jose Maria 3; González Espínola, Javier 4; Carriedo Scher, Cristina 5; Domínguez Martínez, Joaquin 6; Cortés Ramos, MU 7; Lopez Laguna, G 8; Arias Arias, Angel 9; Talavera Encinas, Oscar 10; Botia Paniagua, Enrique 2
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Complejo Hospitalario La Mancha Centro; 2. Servicio de Neurología. Complejo Hospitalario La Mancha Centro M.I.; 3. Servicio: Urgencias. Complejo Hospitalario La Mancha Centro M.I.; 4. Servicio: Radiología. Complejo Hospitalario La Mancha Centro M.I.; 5. Servicio: Urgencias. Gerencia de Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario; 6. Servicio: Análisis Clínicos. Complejo Hospitalario La Mancha Centro M.I.; 7. Servicio: Enfermería de Urgencias. Complejo Hospitalario La Mancha Centro M.I.; 8. Servicio: Técnicos de Radiología. Complejo Hospitalario La Mancha Centro M.I.; 9. Servicio: Investigación, docencia y formación. Complejo Hospitalario La Mancha Centro M.I.; 10. Servicio: Gerencia Hospitalaria. Complejo Hospitalario La Mancha Centro M.I.
OBJETIVOS
El tratamiento trombolítico del ictus isquémico tiene una eficacia tiempo-dependiente sobre el pronóstico funcional. Nuestro objetivo es evaluar el efecto de una intervención reorganizativa del código ictus (CI) en nuestro centro sobre las latencias intrahospitalarias y de manera secundária también sobre el pronóstico funcional.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se utilizó un registro con los datos de todos los pacientes sometidos a tratamiento fibrinolítico durante los últimos 4 años. En 2017 se elaboró un nuevo protocolo de CI basado en el llamado “modelo Helsinki” y se compararon los resultados con el modelo de CI previo (2014-2016).
RESULTADOS
Ochenta y nueve pacientes fueron sometidos a tratamiento trombolítico en el periodo de estudio, de ellos 28 fueron tratados según el nuevo modelo organizativo. Se obtuvo una reducción significativa del tiempo puerta-aguja desde 57min a 30,5min (p<0,001). El porcentaje de pacientes tratados en los primeros 60, 30 y 20 minutos aumentó del 62,3%, 14,7% y 6,5% al 92,8%, 60,7% y 28,5% respectivamente. En el nuevo modelo, los pacientes recibidos desde el sistema de CI extrahospitalario tuvieron un tiempo puerta-aguja significativamente menor que los activados de forma intrahospitalaria (21,64 vs 39,4 min, p<0,001). No hubo diferencias significativas en la tasa de transformación hemorrágica, aunque por el momento tampoco en el pronóstico funcional de los pacientes a los 3 meses.
CONCLUSIONES
Con la implicación de todo el personal participante en el CI y la implantación de medidas reorganizativas es posible conseguir mejoras significativas en las latencias intrahospitalarias.