COMUNICACIÓN ORAL | 21 noviembre 2018, miércoles | Hora: 15:30
AUTORES
Delgado Suarez, Celia 1; Hernandez González-Monje, Mariana 2; Gómez Iglesias, Patricia 3; Molina Sánchez, Maria 4; kurtis Urra, Monica 1; García Morales, Irene 3; García Azorín, David 5
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Ruber Internacional; 2. Servicio: HM-CINAC. HM Universitario Puerta del Sur; 3. Servicio de Neurología. Hospital Clínico San Carlos; 4. Servicio de Neurología. Hospital Rey Juan Carlos; 5. Servicio de Neurología. Hospital Clínico Universitario de Valladolid
OBJETIVOS
El ictus es la segunda causa de muerte a nivel mundial y la tercera de incapacidad. El 86% de las muertes tienen lugar en países en vías de desarrollo, donde su incidencia está en aumento. Pretendemos evaluar el conocimiento de esta patología en profesionales sanitarios de Camerún.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó un curso de formación en neurología en Yaounde (Camerún) dirigido a profesionales sanitarios de todo el país. Se recogieron datos demográficos y se administró un cuestionario anónimo previo y post-curso. Se presentan los datos como mediana y rango intercuartílico (IQR) o como porcentaje.
RESULTADOS
Participaron 42 profesionales sanitarios (56% mujer) con mediana de edad de 34 años, IQR [30-43]. Atendían una media de 9.06 [σ 13.8] pacientes neurológicos por semana, describiendo la patología cerebrovascular como la tercera en frecuencia (20%). La hipertensión arterial era referida como principal etiología del ictus (76%) seguida de dislipemia (15%) y cardiopatías (4%). Respecto a las pruebas complementarias, sólo referian como importante la realización de ecocardiograma, EKG, doppler de troncos supraaórticos y test VIH en un 7%, 5%, 5% y 2.5% respectivamente. En cuanto al tratamiento posterior un 22,5% de los sujetos mencionó el empleo de vitaminas/nootrópicos para acelerar la recuperación y sólo un 2,5% consideró la fisioterapia como importante. Un 38% de los participantes consideró necesario el uso de tratamiento antiagregante.
CONCLUSIONES
Nuestro trabajo muestra carencias de conocimiento en el diagnóstico y manejo terapéutico de la patología cerebrovascular. La realización de cursos de formación específicos en este entorno podría optimizar el empleo de recursos disponibles.