COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
Fuentes Rumi, Luna 1; Lopez Sanchez, Jose 2; Baidez Guerrero, Ana Esther 1; Valero Lopez, Gabriel 1; Vazquez Lorenzo, Julian 2; Alba Isasi, Maria Teresa 1; Cabrera Maqueda, Jose Maria 1; Jiménez Veiga, Judith 1; Morales de la Prida, Moises 2; Cánovas Iniesta, Maria 1; Morsi Hassan, Ossama 2
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca; 2. Servicio: Neurociencias. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca
OBJETIVOS
El temblor esencial (TE) puede preceder al desarrollo de enfermedad de Parkinson idiopática (EPI) en un subgrupo de pacientes, en los que se ha descrito como factor predisponente. Ambas entidades comparten características clínicas, fisiopatológicas y susceptibilidad genética común.
MATERIAL Y MÉTODOS
Seleccionamos pacientes con TE que desarrollaron EPI entre 2010-2018 en nuestro centro. Analizamos variables epidemiológicas, clínicas y de resultado.
RESULTADOS
10 pacientes con antecedente de TE desarrollaron EPI durante este periodo. El 70% mujeres, con inicio del temblor entre los 30-60 años en el 50%. El 60% tenían antecedentes familiares de TE, y solo el 10%, de EPI. La latencia media entre inicio del temblor y EPI fue 18,1 años. La mitad, presentaba asimetría inicial del temblor, y un 30%, temblor de reposo. La severidad media del temblor fue 2 (escala Fahn-Tolosa-Marin). Hubo escasos signos de parkinsonismo axial y síntomas no motores (30%). El fenotipo más desarrollado fue tremórico (70%), con buena respuesta a tratamiento dopaminérgico y UPDRS-III media de 18,8.
CONCLUSIONES
Los pacientes con TE que desarrollan EPI comparten perfil clínico particular. En nuestra serie, la mayoría fueron mujeres, con antecedentes familiares de TE, asimetría del temblor y temblor de reposo inicialmente. Desarrollan un fenotipo de EPI tremórico, con progresión benigna (escasa repercusión funcional), pocos síntomas no motores y buena respuesta al tratamiento. Identificar indicadores clínicos de desarrollo de EPI en pacientes con TE puede ser útil en el seguimiento clínico, obligando a una vigilancia más estricta de aparición de signos parkinsonianos. Esto modificaría el concepto establecido del TE como entidad “benigna” monosintomática.