COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
Belloch Ripollés, Vicente 1; Escudero Torrella, Joaquin 1; Aguirre Vidal, Naiara 2; Costumero , Victor 2; Avila Rivera, Cesar 2; Baquero Toledo, Miguel 3; Lopez Pesquera, Begona 4; Lainez Andres, Jose Miguel 4; Belloch Ugarte, Vicente 5
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Consorcio Hospital General Universitario de Valencia; 2. Servicio: Facultad de Psicologia. Universidad Jaime 1º; 3. Servicio de Neurología. Hospital Universitari i Politècnic La Fe; 4. Servicio de Neurología. Hospital Clínico Universitario de Valencia; 5. Servicio: Radiologia. ERESA
OBJETIVOS
Averiguar en cuanto tiempo se adelanta el diagnóstico de la EA prodrómica probable mediante la aplicación de los criterios IWG-1 (atrofia del LTM como biomarcador) frente al diagnóstico clínico clásico (criterios NINCDS-ADRDA)
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio prospectivo de 116 sujetos con DCL de predominio amnésico hasta su conversión clínica a demencia, 38 EA y 34 controles, reclutados de forma secuencial a nivel hospitalario (edad media: 73 años; 81 hombres; 107 mujeres). Se les realizó un estudio clínico que incluía una evaluación neuropsicológica, una RM, y controles periódicos semestrales. Mediante volumetría automatizada, se calculó la media de volumen del LTM del grupo control, y se estableció como punto de corte para atrofia, una DE
RESULTADOS
El tiempo de seguimiento del grupo DCL fue 45,31 meses (1 – 97) de media. Los DCL que convirtieron lo hicieron en una media de 19,7 meses (1-72), de ellos, el 72,72% tenían atrofia del LTM, y convirtieron tras 16,81 meses (1 – 52) de media. Los parámetros de validez de la atrofia del LTM para detectar futura conversión a demencia fueron: S: 72,72%; E: 64,79%; VPP: 56,14% Y VPN: 79,31%. Por contra, el 35% de los DCL que no convirtieron también tenían atrofia
CONCLUSIONES
Hemos encontrado que en aquellos DCL que cumplían los criterios IWG-1 de EA y que finalmente convirtieron a demencia, se logra anticipar el diagnóstico en aproximadamente 17 meses. Dado que la RM es la prueba más utilizada entre los biomarcadores, este anticipo puede suponer una pequeña ventana terapéutica en un futuro cercano