COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
Bertran Recasens, Bernat; Figueras Aguirre, Georgina; Barguilla Arribas, Ainara; Berzosa González, Irene; Revert Barberà, Anna; Estragués Gázquez, Isabel; Fernández Lebrero, Aida; García Escobar, Greta; Cascales Lahoz, Diego; Puig Pijoan, Albert
CENTROS
Servicio de Neurología. Hospital del Mar
OBJETIVOS
Presentación un caso clínico de deterioro cognitivo subagudo con hallazgos en neuroimagen sugestivos de vasculitis y la utilidad de los biomarcadores de enfermedad de Alzheimer la antipatía amiloide cerebral.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se trata de una paciente con antecedentes de enfermedades autoinmunes que presenta deterioro cognitivo subagudo con resonancia magnética nuclear (RNM) cerebral que muestra microsangrados corticales, áreas isquémicas y edema difuso fronto-parieto-temporal y con respuesta parcial a corticoides. Sospechando vasculitis y habiendo descartado otras demencias se plantea el diagnóstico diferencial entre vasculitis secundaria, angiopatía amiloide cerebral variante inflamatoria (CAA- I) o angeítis amiloide (ABRA).
RESULTADOS
Para completar el estudio se estudian biomarcadores de enfermedad de Alzheimer (EA) en líquido cefalorraquídeo (LCR), con patrón compatible con dicha enfermedad, un PET-amiloide que es negativo y un genotipado APOE que reveló homozigosis 4/4. Ante estos resultados, se siguen planteando como posibilidades diagnósticas: una EA preclínica a la que se ha sobreañadido una vasculitis secundaria a enfermedad sistémica o bien una vasculitis amiloidea. En esta situación, la biopsia cerebral es una prueba que podría llevarnos al diagnóstico definitivo.
CONCLUSIONES
Ante un deterioro cognitivo subagudo han de tenerse en cuenta la CAA-I y ABRA debido a que son entidades que pueden responder a corticoterapia u otros inmunosupresores. A pesar de que actualmente se pueden estudiar los anticuerpos anti-β amiloide, no todos los centros disponen de dicha posibilidad. Por este motivo, estudios indican que se podrían utilizar el PET-amiloide y los biomarcadores LCR de EA a pesar de que la prueba definitiva sigue siendo la biopsia cerebral.