COMUNICACIÓN ORAL | 03 noviembre 2023, viernes | Hora: 17:30
AUTORES
Suárez Pérez, Antoni 1; Ois Santiago, Angel Javier 2; Macias Gómez, Adrian 3; Fernández Pérez, Isabel 2; Vallverdú Prats, Marta 3; Giralt Steinhauer, Eva 2; Rodríguez Campello, Ana Maria 2; Cuadrado Godia, Elisa 2; Guisado Alonso, Daniel 2; Susín Calle, Silvia 2; null, Lidia 2; Jiménez Conde, Jordi 2; Jiménez Balado, Joan 3
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital del Mar Research Institute; 2. Servicio de Neurología. Hospital del Mar; 3. Servicio de Neurología. Institut Hospital del Mar d'Investigaciones Mèdiques (IMIM)
OBJETIVOS
Nuestro objetivo fue explorar la relación entre el envejecimiento biológico y la incidencia de eventos cardiovasculares a largo plazo (ECV) tras sufrir un primer ictus.
MATERIAL Y MÉTODOS
Cohorte de 290 pacientes diagnosticados de ictus entre los años 2011-2014 con seguimiento hasta diciembre 2022. El evento principal fue la hospitalización por cualquier ECV según las definiciones aceptadas internacionalmente. Se estimó la edad biológica mediante cinco relojes epigenéticos (Levine, Hannum, Horvath, BLUP, EN). La aceleración de la edad se calculó como la diferencia entre la edad cronológica y la edad biológica, eliminando el efecto de la edad cronológica. Se analizaron también el sexo, los factores de riesgo vascular, la clasificación etiológica y la discapacidad tras el ictus.
RESULTADOS
La edad media de los pacientes fue de 75 años [64.2-81.0]. Se registraron 75 ECV (25.9%), representando una ratio de eventos del 28.9% (IC95%: 23.1-34.2). Debido a una alta tasa de mortalidad no cardiovascular, los datos se censuraron a los 5 años, siendo el seguimiento medio de 3.72 años. Se observó una asociación entre los ECV y la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y la insuficiencia cardiaca. La mayor incidencia de ECV se asoció de manera independiente con la aceleración de la edad según el reloj de Levine (HR=1.03; p-valor=0.043), con un incremento del 3% en el riesgo de ECV por año de aceleración de la edad biológica.
CONCLUSIONES
Nuestros hallazgos sugieren una relación entre la aceleración de la edad biológica y el riesgo de ECV a largo plazo.