COMUNICACIÓN ORAL | 19 noviembre 2024, martes | Hora: 17:30
AUTORES
Suárez Pérez, Antoni 1; Macias Gómez, Adria 2; Fernández Pérez, Isabel 2; Vallverdú Prats, Marta 1; Cuadrado Godia, Elisa 2; Giralt Steinhauer, Eva 2; null, Maia 1; Guisado Alonso, Daniel 2; Vidal Notari, Sergio 2; Peris Subiza, Julia 2; Rodríguez Campello, Ana 2; Jiménez Conde, Jordi 2; Ois Santiago, Angel 2; Jiménez Balado, Joan 1
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital del Mar Research Institute; 2. Servicio de Neurología. Hospital del Mar
OBJETIVOS
Estudios previos reportan un riesgo aumentado de cáncer a largo plazo después de un ictus. Nuestro objetivo es investigar la influencia de la edad biológica (EB) sobre esta asociación, independientemente de la edad cronológica (EC).
MATERIAL Y MÉTODOS
De un registro prospectivo de ictus en fase aguda (2005 a 2017) hemos incluido pacientes con un seguimiento mínimo de 3 meses y sin diagnóstico previo de cáncer y analizado la incidencia de cáncer hasta enero de 2023. Hemos estimado la EB mediante datos de metilación del ADN de muestras sanguíneas obtenidas las primeras 24 horas del inicio del ictus, utilizando varios relojes epigenéticos (Hannum, Horvath, PhenoAge, Zhang y epiTOC). La aceleración de la edad biológica (AEB) se obtiene mediante la diferencia entre EB y EC regresando el efecto de la EC. Hemos analizado la asociación independiente entre AEB e incidencia de cáncer con modelos de Cox multivariados.
RESULTADOS
Entre 632 pacientes con un seguimiento medio de 8,06 años, 83 (13,1%) desarrollaron cáncer. El análisis de Cox multivariado muestra una asociación entre la AEB en los relojes de Hannum, Zhang y epiTOC y la incidencia de cáncer tras un ictus. Después de ajustar por pruebas múltiples y eventos competitivos, esta asociación se mantuvo significativa en el reloj de Hannum, observando un riesgo del 7% en la incidencia de cáncer por cada año de AEB (HR 1,07 [1,02–1,11]).
CONCLUSIONES
Nuestros resultados sugieren que un mayor envejecimiento biológico en tendría un rol significativo en el incremento del riesgo de cáncer observado en los pacientes supervivientes de un ictus.