COMUNICACIÓN ORAL | 22 noviembre 2024, viernes | Hora: 15:30
AUTORES
Sánchez Rodríguez, Carmen 1; Lorenzo Montilla, Ainhoa 2; null, Rybel 3; Gago Veiga, Ana Beatriz 1; null, Cristina 1; Somovilla García Vaquero, Alba 1; null, Sonia 1
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Universitario de la Princesa; 2. Servicio de Neurología. Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla; 3. Servicio: Neurofisiología Clínica. Hospital Universitario de la Princesa
OBJETIVOS
Se ha descrito una relación bidireccional entre la migraña y distintos trastornos del sueño. Son pocos los estudios realizados con polisomnografía en estos pacientes. Nuestro objetivo es analizar la posible alteración en la macroestructura del sueño y estudiar si existe relación entre las alteraciones observadas, la percepción subjetiva de sueño y/o variables clínicas.
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio unicéntrico, transversal y retrospectivo, en pacientes con migraña en seguimiento en la Unidad de Cefaleas que se realizaron polisomnografía entre julio 2018-junio 2023. Se recogieron características demográficas, clínicas relacionadas con migraña y hallazgos polisomnográficos.
RESULTADOS
Se incluyeron 36 pacientes, 30(83,3%) con migraña crónica, 25(69,4%) mujeres y edad media 52,4(DE:12,1) años. 22(64,7%) describían insomnio y 23(67,6%) somnolencia diurna. El tiempo total de sueño fue 359,5(RIQ:321,8-401,3) minutos, con una eficiencia del 70,8-90,4%, latencia de sueño 16,3(RIQ:6,4-32,7) minutos y latencia primer sueño REM 156(RIQ:93-239,5) minutos. La fase N1 ocupaba 5,1-14,1%, N2 45,5-64,3%, N3 9,8-26,6% y la fase REM 8,5-20,9%. La edad se asoció significativamente con una disminución del tiempo de sueño(rho=-0,406, p=0,014) y su eficiencia(rho=-0,519, p=0,001). Mayor tiempo de evolución de la migraña se asoció significativamente con una menor latencia de sueño REM(rho=-0.396 p=0,041). No se observaron diferencias significativas en el resto de las variables analizadas, incluyendo los trastornos del ánimo.
CONCLUSIONES
Nuestro grupo de pacientes con migraña presentó una macroestructura del sueño alterada, caracterizándose fundamentalmente por un aumento en la latencia al primer sueño REM y un menor porcentaje de esta fase. Habría que realizar más estudios para valorar si estos resultados son extrapolables al resto de población con migraña.