COMUNICACIÓN ORAL | 22 noviembre 2012, jueves | Hora: 08:00
AUTORES
López Méndez, Pino 1; Martín Santana, Idaira 1; Tandón Cárdenes, Luis 2; González Hernández, Ayoze 2
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Universitario Insular de Gran Canaria; 2. Unidad de Neuro-oftalmología. Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín
OBJETIVOS
La anisocoria o asimetría pupilar puede constituir un signo de alarma que requiere valoración neuro-oftalmológica por asociarse con procesos expansivos intracraneales. Sin embargo, otras causas de anisocoria tienen un pronóstico más benigno, por lo que resulta fundamental un diagnóstico preciso que permita una orientación adecuada.
MATERIAL Y MÉTODOS
Análisis prospectivo de las causas de anisocoria pupilar de los pacientes valorados en la consulta monográfica de neuro-oftalmología del Hospital de Gran Canaria Dr. Negrín desde enero 2008 hasta mayo 2012.
RESULTADOS
De los 780 pacientes valorados en la consulta monográfica de neuro-oftalmología, 38 de ellos consultaron por asimetría pupilar (5%). Eran 8 hombres y 30 mujeres, con una edad media de 50 años (rango: 15-87 años). En todos los casos se realizó test de colirios (apraclonidina o pilocarpina según procediera). Los diagnósticos han sido: síndrome de Horner (n=10), pupila de Adie (n=9), midriasis benigna episódica (n=7), anisocoria esencial (n=6), patología del iris (n=3), anisocoria fisiológica (n=2) y anisocoria farmacológica (n=1).
CONCLUSIONES
Las anisocorias suponen aproximadamente 1 de cada 20 consultas en nuestra unidad de neuro-oftalmología. Las causas más habituales son el síndrome de Horner y la pupila tónica de Adie. Las anisocorias aisladas no se asocian en nuestra serie con patología neurológica estructural. Los test de colirios con apraclonidina y pilocarpina permiten una orientación topográfica adecuada en todos los casos, por lo que recomendamos su inclusión en la valoración neurológica de las anisocorias.