COMUNICACIÓN ORAL | 20 noviembre 2013, miércoles | Hora: 11:00
AUTORES
Defelipe Mimbrera, Alicia; Guillán Rodríguez, Marta ; Matute Lozano, Consuelo; Alonso Cánovas, Araceli; Hernández Medrano, Ignacio ; Oyanguren Rodeño, Beatriz; null, Susana; Bragado Alba, Diana; null, Alba; López Martínez, Maria Jose; Vera Lechuga, Rocio; Zarza Sanz, Beatriz; Buisán Catevilla, Francisco Javier; Masjuan Vallejo, Jaime; Corral Corral, Inigo
CENTROS
Servicio de Neurología. Hospital Ramón y Cajal
OBJETIVOS
El cáncer es una causa de ictus conocida, debido a efectos directos del tumor o indirectamente a través de trastornos de la coagulación. Quisimos estudiar las características de los pacientes con cáncer e ictus.
MATERIAL Y MÉTODOS
Registro prospectivo de pacientes con ictus evaluados por el Servicio de Neurología con diagnóstico de cáncer (previo o durante el estudio etiológico del ictus) desde enero 2011-enero 2013.
RESULTADOS
Se recogieron 245 pacientes con cáncer e ictus, de los cuales 28 fueron hemorrágicos (edad media 73,8±10,4; 71,4% hombres) y 217 isquémicos (edad media 76±11,8; 57,6% hombres). Sólo un caso de ictus hemorrágico fue secundario a pancitopenia relacionada con el tumor, siendo el resto de etiología habitual. En el grupo de ictus isquémicos 197 (90,8%) tenían tumores sólidos y 20 (9,2%) hematológicos. Entre los tumores sólidos el 27,3% fueron de aparato digestivo, 22,6% próstata, 14% mama, 8,3% pulmón, 4,6% otros tumores ginecológicos, 22,6% otros (aparato urinario, glándulas endocrinas, 2 sarcomas, 2 tumores cardíacos y un melanoma). La etiología del ictus fue aterotrombótica 40%; cardioembólica 27,6%, indeterminada 17%, inhabitual por neoplasia 11% y lacunar 4%. En 11 pacientes se diagnosticó la neoplasia durante el estudio del ictus. El ictus fue recurrente en 13 casos. La mortalidad durante el ingreso de los ictus isquémicos fue del 12%, por causa del ictus en el 61,5%, del tumor en 19,2% y otras en 19,2%.
CONCLUSIONES
En nuestra serie el ictus isquémico aterotrombótico ha sido el más frecuente. Debe tenerse en cuenta la neoplasia oculta como etiología en ictus criptogénico, evolución tórpìda o recurrencia.