COMUNICACIÓN ORAL | 18 noviembre 2014, martes | Hora: 18:00
AUTORES
Casacuberta Serra, Silvia 1; Costa Riu, Carme 2; López Estévez, Sergio 1; Eixarch Ahufinger, Herena 2; Martorell , Lluis 1; Montalban Gairín, Xavier 2; Espejo Ruíz, Carmen 2; Barquinero Máñez, Jordi 1
CENTROS
1. Laboratorio de Terapia Génica y Celular. Vall d'Hebron Institut de Recerca; 2. Servicio: Neuroinmunología Clínica. Hospital Universitari Vall d'Hebron
OBJETIVOS
Investigar el papel de las células mieloides supresoras (MDSCs) en la inducción de tolerancia inmunológica en la encefalomielitis autoinmune experimental (EAE).
MATERIAL Y MÉTODOS
Se transdujeron células de médula ósea (MO) con un vector retroviral que codificaba para MOG40-55 (IiMOG) o con un vector control (Ii). La EAE se indujo en ratones C57BL6/J con el péptido MOG40-55. Se administró una única dosis de 106 células de MO o 0.5x106 de MDSCs transducidas, 7 días antes (brazo preventivo) o 13 días después (brazo terapéutico) de la inducción de la EAE.
RESULTADOS
Preventivamente, las células transducidas con el antígeno (IiMOG) mejoraron la EAE respecto a las control (Ii), tanto las de MO (puntuación acumulada (PA): 22.9±23.9 vs 58.3±28.4, p=0.021; puntuación máxima (PM): 2.1±2.0 vs 4.2±1.9, p=0.023) como las MDSCs (PA: 35.3±31.8 vs 61.7±16.7, p=0.087; PM: 2.8±2.1 vs 4.3±0.4, p=0.040). Además, los ratones tratados con MDSCs-IiMOG presentaron menos células T activadas en bazo (2.03±0.95% vs 3.22±0.9%, p=0.035) y más células B reguladoras (3.03±0.60% vs 2.19±0.58%, p=0.023) que sus controles. Terapéuticamente, las células MO-IiMOG mejoraron significativamente la EAE (PA: 51.6±34.8 vs 94.4±8.4, p=0.003; PM: 3.1±1.6 vs 4.3±0.3, p=0.01) y redujeron el porcentaje de células T activadas (1.90%±0.41 vs 2.76%±0.73, p=0.017) comparado con las MO-Ii. En ambas aproximaciones, los ratones tratados con las células IiMOG mostraron un menor grado de inflamación y desmielinización que sus controles.
CONCLUSIONES
Las MDSC-IiMOG generadas durante el proceso de transdución retroviral de células de MO contribuyen a mejorar el curso clínico de la EAE de forma antígeno-específica.