COMUNICACIÓN ORAL | 21 noviembre 2014, viernes | Hora: 18:00
AUTORES
de Torres Chacón, Maria Reyes 1; Gutierrez Muñoz, Carmen 2; Abril Jaramillo, Javier 1; Domínguez Mayoral, Ana Maria 1; Pacheco Cortegana, Eva Maria 1; Navarro Mascarell, Guillermo 1
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Complejo Hospitalario Regional Virgen Macarena; 2. Servicio: Neurofisiología Clínica. Complejo Hospitalario Regional Virgen Macarena
OBJETIVOS
Presentamos un caso inusual de Síndrome de cola de caballo por implantación metastásica como consecuencia de un cáncer de pulmón de células escamosas.
MATERIAL Y MÉTODOS
Varón de 64 años sin antecedentes de interés, salvo exfumador, presenta dolor y debilidad de miembro inferior izquierdo, con pérdida de sensibilidad en miembro inferior derecho y área genital y anal, de evolución progresiva en un mes. A la exploración, paresia de predominio distal en MII, hipoestesia tactoalgésica en calcetín en MID con anestesia en región genital, anal y glútea (S3) e hiporreflexia de ambos MMII.
RESULTADOS
Se realizó RMN cerebral y lumbo-sacra con contraste que mostró múltiples lesiones ocupantes de espacio supratentoriales y otra hemisferica cerebelosa derecha, con realce periférico en anillo y edema vasogénico; múltiples nódulos hipercaptantes en las raíces nerviosas de la cola de caballo, sugestivas todas ellas de lesiones metastásicas. Se completó el estudio con TAC toraco-abdominal con hallazgo de masa pulmonar de aproximadamente 4,4cm en lóbulo superior derecho compatible con neoplasia pulmonar primaria e implantes metastásicos en hígado y suprarrenales. La biopsia de la lesión pulmonar fue diagnóstica de carcinoma de células escamosas.
CONCLUSIONES
La carcinomatosis leptomeníngea, en forma de síndrome de cola de caballo, es una forma de presentación inusual de tumores sólidos metastásicos, siendo el cáncer de pulmón el tipo más frecuente. Generalmente se trata de carcinomas de células pequeñas, siendo su asociación al tipo escamoso muy poco habitual. Suelen producirse por implantes cerebrales que diseminan hacia las raíces nerviosas. La supervivencia de estos enfermos a los 24 meses es muy baja.