COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
Robles Cedeño, Rene 1; Quintana Camps, Ester 2; Belchí Guillamón, Olga 3; Perkal Rug, Hector 3; Pueyo Lluís, Neus 4; Saiz , Albert 5; Villar , Luisa M. 6; Ramió Torrentà, Lluis 3
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Universitari Dr. Josep Trueta de Girona; 2. Servicio de Neurología. Institut d’Investigació Biomèdica de Girona (IDIBGI); 3. Servicio de Neurología. Hosp. Universitari Dr. Josep Trueta de Girona; 4. Servicio: Unitat de Neuroimmunologia i Esclerosi Múltiple. Institut d’Investigació Biomèdica de Girona (IDIBGI); 5. Servicio de Neurología. Hospital Clínic i Provincial de Barcelona; 6. Servicio de Neurología. Hospital Ramón y Cajal
OBJETIVOS
La neuromielitis óptica (NMO) es una enfermedad desmielinizante del sistema nervioso central que cursa con brotes graves de neuritis óptica y mielitis. Las bandas oligoclonales de IgM lípido-específicas (BOC-IgM-LS) en líquido cefalorraquídeo (LCR) se han descrito como marcador de mal pronóstico en esclerosis múltiple. Describimos una paciente con NMO que presentó BOC-IgM-LS positivas con negativización posterior junto con buena respuesta clínica post-tratamiento con rituximab.
MATERIAL Y MÉTODOS
Descripción clínica, analítica completa, análisis de LCR y neuroimagen.
RESULTADOS
Mujer de 18 años de edad. Consulta por disminución subaguda de la agudeza visual (AV) bilateral (<0,05/1). Una RM cráneo-medular mostró 4 lesiones supratentoriales de características desmielinizantes, una de ellas Gadolinio positiva (Gd+). La determinación para anticuerpos-NMO resultó negativa mientras que para anticuerpos anti-MOG (glicoproteína oligodendrocítica de la mielina) fue positiva. El LCR reveló pleocitosis mononuclear con glucosa, proteínas y estudio bacteriológico normal. Las BOC-IgM-LS fueron positivas mientras que las BOC-IgG resultaron negativas. Se inició corticoterapia endovenosa seguida de plasmaféresis y posteriormente rituximab por ausencia de mejoría clínica. Dos meses después la paciente reconsulta por tetraparesia severa. Se realiza nuevo control radiológico y análisis de LCR que revelaron extensa lesión cervico-dorsal centromedular Gd+ y negativización de BOC-IgM-LS respectivamente. Se inicia nueva tanda de corticoterapia presentando mejoría progresiva tanto motora como de la AV, sin nuevos brotes.
CONCLUSIONES
La NMO puede cursar con presencia de BOC-IgM-LS y ausencia de BOC-IgG-LS en LCR. Su negativización asociada al tratamiento con rituximab podría sugerirse como biomarcador de respuesta terapéutica y de evolución clínica favorable. Se necesitarían más casos para confirmar este hallazgo.