COMUNICACIÓN ORAL | 17 noviembre 2015, martes | Hora: 15:30
AUTORES
Vinagre Aragón, Ana 1; Moreno Torres, Irene 2; Sabin Muñoz, Julia 2; Jimeno Hermoso, Ana 2; Blasco Quílez, Maria Rosario 2; García Merino, Antonio 2
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Donostia-Donostia Ospitalea; 2. Servicio de Neurología. Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda
OBJETIVOS
Presentar varios casos de eosinofilia en pacientes tratados con dimetilfumarato.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se incluyen 64 pacientes con edad media de 56 años, el 70% mujeres y una duración media de enfermedad de 6 años. Se realiza control analítico en los meses 1, 2, 3 y posteriormente cada 3 meses. Se planifican evaluaciones clínicas a los 3, 6, 9 y 12 meses y análisis de variables de RM a los 0, 6 y 12 meses.
RESULTADOS
Diez pacientes (15%) presentaron elevación de la cifra de eosinófilos en sangre con un rango que osciló entre 580 y 5300 por microlitro, detectándose en 9 de los casos dicha elevación en el primer mes con resolución espontánea al tercer mes. Un paciente mostró eosinofilia a partir del tercer mes de tratamiento. Salvo un paciente que mostró prurito generalizado y obligó a la suspensión del medicamento, el resto permaneció asintomático.
CONCLUSIONES
El tratamiento con dimetilfumarato se asocia en un porcentaje significativo de pacientes a linfopenia que requiere un control periódico de las cifras de leucocitos. Una alteración analítica a la que se ha prestado poca atención en esclerosis múltiple es la aparición de eosinofilia, pese a estar presente hasta en 30% de pacientes dermatológicos tratados con ésteres de ácido fumárico. Si bien suele ser transitoria y cursar asintomática, su frecuencia y la descripción ocasional de fascitis eosinofílica indica la necesidad de un seguimiento cercano de esta complicación.