COMUNICACIÓN ORAL | 20 noviembre 2015, viernes | Hora: 15:30
AUTORES
Redondo Peñas, Inmaculada 1; Portilla Cuencia, Juan Carlos 2; López Espuela, Fidel 2; Yerga Lorenzana, Beatriz 2; Barragán Prieto, Ana 2; Muñoz Vega, Pedro 3; Serrano Cabrera, Ana 2; Gámez-Leyva Hernández, Gonzalo 2; Jimenez Caballero, Pedro Enrique 2; Casado Naranjo, Ignacio 2
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete; 2. Servicio de Neurología. Hospital San Pedro de Alcántara; 3. Servicio de Neurología. Hospital Infanta Cristina
OBJETIVOS
La depresión es una complicación frecuente tras un ictus afectando alrededor de un tercio de los supervivientes. Su presencia se relaciona con un peor pronóstico funcional por disminuir la adherencia a los programas de rehabilitación y una mayor morbimortalidad. Analizamos la frecuencia de aparición de depresión tras un primer ictus (DPI), que factores se asocian a su aparición y su impacto sobre la situación funcional.
MATERIAL Y MÉTODOS
Cohorte de pacientes ingresados en una Unidad de Ictus. Definimos la presencia de depresión a los seis meses por una puntuación en la escala Hamilton inferior a 14. Analizamos que factores demográficos y asociados al ictus se relacionaron a la presencia de DPI. En la evolución se consideró la mortalidad y la situación funcional de independencia a los 4 años.
RESULTADOS
200 pacientes incluidos. El seguimiento a 6 meses se realizó a 175 sujetos, de ellos 74 (42.2%) desarrollaron DPI. La NIHSS basal [(OR 1,083 (1,028-1,14)], escala Canadiense [(OR 0,802 (0,697-0,922)] y la hemiparesia [(OR 2,134 (1,131-4,028)] se asociaron significativamente con la aparición de DPI a los 6 meses. A los 4 años se revisaron 170 sujetos, la presencia de DPI a los 6 meses se asoció de forma independiente con una peor situación funcional [OR 0,131 (0,047-0,366) p<0,0001], pero no con la mortalidad [OR 1,652 (0,695-3,982].
CONCLUSIONES
En nuestra serie, la DPI se asoció con una peor situación funcional pero no con una mayor mortalidad de estos pacientes.