COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
Liaño Sánchez, Talia 1; García Moreno, Hector 2; Toledo Alfocea, Daniel 2; Abarrategui Yagüe, Belen 2; Parejo Carbonell, Beatriz 2; García García, Maria Eugenia 2; García Morales, Irene 2
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Quirón Madrid; 2. Servicio de Neurología. Hospital Clínico San Carlos
OBJETIVOS
Los eventos paroxísticos no epilépticos (EPNE) o “pseudocrisis” suponen un 30% de los pacientes valorados en unidades de monitorización-VEEG. La sospecha clínica es fundamental para indicar la realización de video-electroencefalograma (VEEG), que supone el gold standard del diagnóstico.
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio descriptivo retrospectivo de 31 casos valorados en la Unidad de Epilepsia-VEEG de un hospital terciario en los últimos 10 años. Se excluyeron aquellos pacientes con VEEG no concluyente o no realizado.
RESULTADOS
Predominio del sexo femenino 5:1 con edad de inicio en la 3ª-4ª década. El 35% tenía antecedentes de epilepsia confirmada y 50% de patología psiquiátrica. 65% precisaron tratamiento con ≥3 fármacos antiepilépticos (FAEs). Un 10% precisó ingreso en UCI. En todos se registraron los EPNE sin alteraciones en el EEG simultaneo, siendo el carácter inducible, las fluctuaciones y los movimientos abigarrados los hallazgos más frecuentes. El retraso medio en el diagnóstico fue de 4,5 años. A todos se les explicó el diagnóstico tras confirmación con VEEG y se optimizó el tratamiento anticomicial. Sólo el 25% no precisó seguimiento psiquiátrico. Un 19% no mejoró a pesar de un manejo adecuado y 19% no tiene seguimiento.
CONCLUSIONES
Los EPNE deben plantearse en todo paciente, con/sin epilepsia, con crisis atípicas y mala respuesta al tratamiento. La sospecha precoz es fundamental para disminuir la iatrogenia asociada al retraso diagnóstico. La explicación de la naturaleza no orgánica del trastorno y el manejo conjunto con psiquiatría mejora el pronóstico, disminuyendo visitas a Urgencias e ingresos en UCI. A pesar de ello, un porcentaje significativo no experimenta mejoría.