COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
Canento Sánchez, Tamara 1; Ispierto González, Lourdes 1; Ciurans Molist, Jordi 1; Samaniego Toro, Daniela 1; Abraira del Fresno, Laura 1; Morató Griera, Lluis 2; Sala Piñol, Ferran 2; Álvarez Ramo, Ramiro 1
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Universitari Germans Trias i Pujol; 2. Servicio: Farmacia hospitalaria. Hospital Universitari Germans Trias i Pujol
OBJETIVOS
Los pacientes con enfermedad de Parkinson (EP) presentan mayor tasa de ingresos y morbimortalidad que la población general. La administración errónea del tratamiento dopaminérgico (TD) y fármacos contraindicados (FCi) pueden estar implicados. En Diciembre de 2014 instauramos un protocolo de actuación durante la hospitalización en Servicios Médicos (SM) incluyendo alertas farmacológicas informatizadas. Estudiamos su eficacia en el manejo de pacientes con EP ingresados en SM.
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio descriptivo retrospectivo unicéntrico de ingresos de EP en un SM durante 2014 (N=80) y 2015 (N=35). Comparamos forma de admisión, administración de TD y FCi con número y tipo de complicaciones intrahospitalarias y menor movilidad al alta entre grupos pre y postprotocolo.
RESULTADOS
No hubo diferencias en edad, sexo, diagnóstico, dosis de L-DOPA y comorbilidad. En 2014 la administración de FCi=33.8% (neurolépticos clásicos 46,2%, antieméticos 19,2%), fue más frecuente en ingresos urgentes (46,8% vs 15,2%; p:0.003). Se relacionó con mayor número de complicaciones (77.8% vs 47,2%; p:0.009). La administración errónea de TD (57.5%) se asoció con menor movilidad (71.8% vs 28.2%; p:0.047). En 2015 la administración de FCi se redujo a 17,1% (p:0.071), superior en el grupo con complicaciones (83.3% vs 51.7%; p:0,154).
CONCLUSIONES
La administración de fármacos contraindicados se asoció a un mayor número de complicaciones durante el ingreso. Fue mayor en los ingresos urgentes. En 2015 destaca tendencia a una menor administración de fármacos contraindicados. Un mayor tamaño muestral permitiría observar cambios significativos en éste y otros parámetros. Son necesarias nuevas estrategias como ampliar el sistema de alertas farmacológicas y sensibilizar al personal sanitario.