COMUNICACIÓN ORAL | 15 noviembre 2016, martes | Hora: 18:00
AUTORES
Rocamora Zuñiga, Rodrigo 1; Principe , Alessandro 1; Ley , Miguel 1; Sánchez , Alvaro 1; Aznar , Gemma 2; Linder-Lucht , Michaela 2; Serrano , Laura 3; Conesa , Gerardo 3
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital del Mar; 2. Servicio: Pediatría. Hospital del Mar; 3. Servicio de Neurocirugía. Hospital del Mar
OBJETIVOS
La corteza insular es una causa potencial de fracasos quirúrgicos. Por su complejidad y riesgo es una región generalmente no explorada del cerebro. El objetivo de este trabajo es presentar por primera vez en España la metodología de mapeo funcional insular y sus consecuencias sobre el diagnóstico prequirúrgico.
MATERIAL Y MÉTODOS
Desde mayo/2015 a junio/2016, 15 pacientes han sido implantados en la ínsula mediante estéreotaxia asistida por robot. Su localización se determinó mediante fusión y normalización de RNM pre-implantación con TAC post-implantación. Cada contacto fue estimulado en forma bipolar utilizando un protocolo ad-hoc.
RESULTADOS
No se registraron complicaciones neurológicas. Un paciente presentó un hematoma subdural laminar asintomático. La estimulación se realizó en todos los pares de contactos. El mapeo funcional desencadenó las siguientes respuestas insulares: aura epigástrica, auditiva contralateral, sensaciones somatosensoriales contralaterales segmentarias, constricción laríngea, sensaciones cinestésicas y somatoestésicas contralaterales. Los resultados fueron obtenidos con estimulaciones de muy baja intensidad (1-2 mA). No se generaron crisis durante los estímulos. De los 15 pacientes implantados, en 3 se comprobó una participación de la ínsula en la generación de crisis (20%).
CONCLUSIONES
Nuestros datos confirman el rol somatosensorial de las funciones insulares pero también de respuestas menos frecuentes como las alucinaciones auditivas simples, las sensaciones vestibulares cinéticas, el aura epigástrica y la constricción laríngea. Se demuestra una alta densidad de funciones cerebrales complejas en la ínsula y la necesidad de estímulos de muy baja amplitud para evitar propagación a distancia. La implantación insular permitió un diagnóstico preciso de la epilepsia en 20% de los pacientes.