COMUNICACIÓN ORAL | 18 noviembre 2016, viernes | Hora: 18:00
AUTORES
González Fernández, Tamara 1; Pueyo Morlans, Mercedes 2; González Platas, Montserrat 2; Padilla León, David 2; Villar Martínez, Maria Dolores 2; Carrillo Padilla, Francisco 2
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Universitario de Canarias; 2. Servicio de Neurología. Hospital Universitario de Canarias (H.U.C.)
OBJETIVOS
La Leucoencefalopatía multifocal progresiva (LMP) es una enfermedad desmielinizante grave del SNC causada por la reactivación del poliomavirus JC. En la mayoría de pacientes neurológicos está en relación con el Natalizumab. Hasta la fecha, hay 15 casos comunicados en pacientes con Fingolimod, 4 de ellos no habían recibido tratamiento previo con Natalizumab. Presentamos uno de estos 4 casos.
MATERIAL Y MÉTODOS
Varón 54 años, diagnosticado de EM-RR en 2002. Tratado con Betaferón durante diez años, con cambio a Fingolimod por intoleracia cutánea. En mayo-2015 inicia trastorno conductual progresivo y fatiga extrema por lo cual consultan, objetivándose en la exploración heminegligencia izquierza como nuevo hallazgo. Ante el empeoramiento se realiza RM cerebral, que confirma la sospecha de LMP.
RESULTADOS
Copias de Virus-JC junio-2015: 3699 en LCR y 1076 en suero. Linfopenia grave. Se trató con mirtazapina, Inmunoglobulinas intravenosas y posteriormente mefloquina, cidofovir y probenecid sin mejoría. El paciente sufrió un deterioro cognitivo-motor progresivo hasta encamamiento, alimentación por gastrostomía y escasa conexión con el entorno (agosto-2015). Se mantuvo rehabilitación intensiva con evolución lenta pero favorable. Actuamente (junio-2016) han disminuido las copias del virus-JC; el paciente habla, come por boca, está iniciando deambulación, aunque persiste irritabilidad, cuadrantanopsia, hemiparesia y negligencia izquierdas.
CONCLUSIONES
Las terapias inmunomoduladoras interfieren de manera selectiva en el sistema inmune, siendo inciertos sus efectos a largo plazo y la suspectibilidad a infecciones. Con este caso queremos destacar que a pesar de la baja incidencia de LMP, su sospecha precoz es fundamental y siempre debe estar presente dadas sus consecuencias devastadoras.