COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
León Ruiz, Moises 1; Martínez Ulloa, Pedro 2; Benito-León , Julian 3; Corral Corral, Inigo 2; García-Albea Ristol, Esteban 4
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Universitario Severo Ochoa; 2. Servicio de Neurología. Hospital Ramón y Cajal; 3. Servicio de Neurología. Hospital Universitario 12 de Octubre; 4. Servicio de Neurología. Hospital Universitario Príncipe de Asturias
OBJETIVOS
Presentamos un caso de EM-PR (esclerosis múltiple progresiva-recurrente), que desarrolló ideación psicótica hipocondríaca monosintomática-dermatozoica.
MATERIAL Y MÉTODOS
Varón de 64 años con EM-PR (EDSS:6.5) diagnosticada en 2001, traído a Urgencias por un cuadro de 1 mes de evolución consistente en creencia unitemática, firme e irrebatible de infestación somática, con alucinaciones táctiles helmínticas multirregionales; refiriendo aportar en un bote algunos de esos “gusanos”.
RESULTADOS
Tras valoración neuropsiquiátrica, analizar al microscopio óptico las muestras facilitadas (objetivando su correspondencia con detritus dermo-epidérmicos), solicitar una analítica completa (descartándose etiología tóxico-metabólica-infecciosa) y una TAC craneal (visualizándose múltiples hipodensidades subcorticales-periventriculares, algunas localizadas en lóbulos temporales; confirmándose en una RM craneal posterior, su correspondencia con lesiones desmielinizantes), fue diagnosticado de trastorno psicótico debido a EM, con delirios somáticos. Tras iniciar tratamiento con risperidona (comprimidos bucodispersables) 0.5mg/12h, y cumplir observación durante 24 horas, se objetivó encapsulación del delirio y mejoría comportamental notable, cursando el alta hospitalaria, con seguimiento estrecho en consultas de Neurología y Psiquiatría.
CONCLUSIONES
Los desórdenes psicóticos aparecen en el 1-3% de pacientes con EM. Asimismo, el delirio de parasitación representa un reto clínico, al constituir una forma inhabitual de psicosis, con inicio insidioso, mínimo deterioro psicológico y etiopatogenia desconocida. Excepcionalmente se ha reportado su asociación con formadas avanzadas de EM, alcanzando significación estadística cuando existe elevada afectación temporo-periventricular. Además, los neurolépticos atípicos con una menor incidencia de efectos extrapiramidales, se erigen como el tratamiento de primera línea. El delirio no suele desaparecer, pero sí encapsularse, resultando crucial una alianza médico-paciente y un abordaje interdisciplinar, para paliar la desadaptación socio-afectiva ocasionada.