COMUNICACIÓN ORAL | 18 noviembre 2011, viernes | Hora: 08:00
AUTORES
García Berrocoso, Teresa
CENTROS
Laboratorio de Investigación Neurovascular. Institut de Recerca Hospital Universitari Vall d'Hebron. UAB
OBJETIVOS
Estudiar por primera vez en humanos el papel global de las quimiocinas en el ictus isquémico (IS), tanto a nivel cerebral como sanguíneo y evaluar su posible influencia sobre la evolución de los pacientes.
MATERIAL Y MÉTODOS
Mediante microdisección láser (LMD6000, Leica) se obtuvieron neuronas y vasos sanguíneos de la zona infartada y contralateral sana, de 4 pacientes fallecidos tras un IS. Mediante ELISA múltiple Searchlight® se evaluaron 9 quimiocinas (MIP-1a, MIP-1b, MCP-1, RANTES, I-309, TARC, Eotaxin, MDC, IL-8), complementándose el estudio con muestras plasmáticas de 17 pacientes, recogidas al ingreso, primer, tercer y séptimo día y tercer mes tras el evento. Los resultados se relacionaron con la situación neurológica y funcional de los pacientes (mediante las escalas NIHSS y Rankin), empleando el programa estadístico SPSS.
RESULTADOS
De las 9 quimiocinas estudiadas, MCP-1, Eotaxin e I-309 se hallaron más expresadas en neuronas que en vasos sanguíneos cerebrales (p<0,05). A nivel plasmático, MDC disminuye en la fase aguda y presenta un máximo de concentración el séptimo día tras el evento (p<0,05), que se mantiene al tercer mes. Los niveles sanguíneos de MCP-1 y MDC en los tres primeros días tras el IS correlacionan negativamente con las escalas funcionales a largo plazo, estando sus concentraciones en plasma más elevadas en aquellos pacientes que van a mejorar a la semana o al tercer mes tras el IS.
CONCLUSIONES
Las quimiocinas MCP-1 (de posible origen neuronal) y MDC son biomarcadores candidatos para la predicción de buen pronóstico a largo plazo en los pacientes con ictus isquémico.