COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
Pelegrina Molina, Javier
CENTROS
Servicio de Neurología. Hospital Clínico Universitario San Cecilio
OBJETIVOS
El síndrome antifosfolipdio (SAF) tiene un origen autoinmune que suele manifestarse en mujeres (80%) de edad joven (20-40 años). Su presentación inicial puede ser muy variable.
MATERIAL Y MÉTODOS
Presentamos el caso de una joven de 16 años con rigidez de nuca, cefalea de semanas de evolución que no cedía con analgesia habitual y se acompañaba de vómitos y pérdida de visión
RESULTADOS
Campimetria: Escotomas absolutos en la escala de grises en región nasal inferior del campo visual de ambos ojos (AO) FO: papilas elevadas con dilatación, ingurgitación vascular, hemorragias en astilla y estrella macular bilateral sugerente de infección por Bartonella Henselae. AV(6/20) en AO. Coagulación: TPTA >120 seg. LCR: Presión de salida 46 mmH20 con serologías y bioquímica normal. Electrorretinografia: Neuropatía óptica axonal severa. Potenciales visuales: Onda P100 de baja amplitud y latencia retrasada en OI. Serologías en plasma: virus neurotropos, Bartonella Henselae, lues: NEGATIVOS RMN y Angio-RMN: trombosis venosa de seno trasverso derecho. Autoinmunidad: ANA: 1/160 anticoagulante lúpico: positivo; ACA IgG+
CONCLUSIONES
El SAF está definido por un evento de trombosis vascular o complicaciones en el embarazo y la presencia de anticuerpos antifosfolipido. Entre las manifestaciones neurológicas más frecuentes están los ictus y la neuropatía óptica. En pacientes jóvenes sin factores de riesgo cardiovascular, con síntomas y signos de ictus o la presencia de HIC de origen no infeccioso , sospechar una origen autoinmune. Es muy infrecuente la aparición de una neurorretinitis en SAF ya que esta afectación suele asociarse a infección por Bartonella Henselae.