COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
Meca Lallana, Jose E. 1; Carreon Guarnizo, Ester 2; Hernández Clares, Rocio 2; Gómez Espuch, Joaquin 3; Díaz Pérez, Jose 2; García Molina, Estefania 2; Jimenez Veiga, Judith 2; Iniesta Martínez, Francisca 2; Pérez Aranda, Ana 2; Leon Hernández, Adelaida 4; Zamarro Parra, Joaquin 5; Martín Fernández, Jose Javier 6
CENTROS
1. Neuroinmunología Clínica. Servicio de Neurología. Cátedra NICEM. UCAM. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca; 2. Unidad EM. Servicio Neurología. Hospital Clínico Univ. Virgen de la Arrixaca. Cátedra Neuroinmunología Clínica y EM. UCAM Universidad Católica San Antonio de Murcia; 3. Servicio: Hematología. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca; 4. Unidad de Neurorradiología. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca; 5. Unidad de Neurorradiología.. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca; 6. Neurología. Unidad de Esclerosis Múltiple. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca
OBJETIVOS
Presentar el caso de una paciente con NMO que tras recibir tratamiento con rituximab desarrolló una PTI como trastorno autoinmune secundario
MATERIAL Y MÉTODOS
Mujer diagnosticada de NMO a los 38 años de edad (2006 Wingerchuck, IgG-NMO negativa). Discapacidad grave (expanded disability status scale -EDSS- 6.5) secundaria a mielitis recurrente. Recibió tratamiento con ciclofosfamida (CF) en pulsos mensuales entre los 43 y 45 años de edad (dosis acumulada:13.2 gramos-gr-). Tras suspender CF sufrió 4 episodios de mielitis. Con 47 años de edad inició rituximab (375mg/m2/semana durante 4 semanas).
RESULTADOS
15 días tras finalizar primer ciclo con rituximab: petequias linguales y 3.000 plaquetas(PQT)/microlitro(mcL). Con diagnostico de PTI recibió tratamiento con prednisona e inmunoglobulinas vía intravenosa (IGIV) con recuperación completa en 2 meses. Un año depues del primer ciclo (CD19+CD27+:1.4%), recibió un segundo ciclo de rituximab (1gr). Un mes depués desarrollo una nueva PTI (petequias en extremidades y 16.000PQT/mcL) que remitió de nuevo con prednisona+IGIV. Un año después del segundo ciclo de rituximab presentó una nueva mielitis leve (CD19+CD27+:0.7%) y recibió un tercer ciclo de rituximab (1gr). Un mes despues desarrolló una nueva PTI (petequias labiales y 6.000PQT/mcL) que revirtió con prednisona+IVIG. Un año tras el tercer ciclo de rituximab se inició tratamiento con tocilizumab (8mg/Kg/mes) que mantiene desde hace 3 años sin nuevos episodios de mielitis (EDSS 4) ni PTI.
CONCLUSIONES
La paradoja de que rituximab precipite una enfermedad autoinmune (PTI) para la que se utiliza como tratamiento caracteriza nuestro caso. El desequilibrio en las poblaciones linfocitarias por linfopenia selectiva puede precipitar una segunda enfermedad autoinmune.