COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
Fuentes Rumi, Luna 1; Cabrera Maqueda, Jose Maria 2; Valero Lopez, Gabriel 2; García Molina, Estefania 2; Diaz Pérez, Jose 2; Baidez Guerrero, Ana Esther 2; Vazquez Lorenzo, Julian 2; Alba Isasi, Maria Teresa 2; Carreón Guarnizo, Ester 2; Lopez Sanchez, Jose 2; Hernández Clares, Rocio 2
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca; 2. Servicio: Neurociencias. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca
OBJETIVOS
La neurocisticercosis es una parasitosis endémica de países de Sudamérica, Asia y África subsahariana, pero con los movimientos migratorios de la última década es frecuente en nuestra práctica clínica habitual. Nuestro objetivo fue analizar los pacientes diagnosticados de neurocisticercosis en nuestro Hospital
MATERIAL Y MÉTODOS
Se recogieron todos los pacientes atendidos en nuestro hospital en los últimos 10 años y se describieron variables epidemiológicas, clínicas, de tratamiento y pronóstico a los 6 meses.
RESULTADOS
Se diagnosticaron 33 pacientes en este periodo. La edad media fue 34.55 años, siendo hombres el 60.6%. La mayoría procedían de países endémicos (Ecuador y Bolivia). La clínica al diagnóstico fueron crisis epilépticas (60.6%), seguidas de cefalea (36.4%). La serología para T. Solium fue positiva en 30.3% y calcificaciones de partes blandas en 27.3%. En neuroimagen, el 39.4% tenían lesiones en diferentes estadíos, las más frecuentes, nodular-granulomatoso y nodular-calcificado. Recibieron tratamiento con corticoides un 75.8%, antiparasitarios un 78.8% (albendazol en monoterapia) durante una media de 16 días y antiepilépticos un 60.6%. La evolución clínica a los 6 meses fue favorable (la secuela más prevalente fue cefalea) y la radiológica también, presentando la mayoría, disminución de lesiones.
CONCLUSIONES
La neurocisticercosis es cada vez más frecuente en nuestro medio. Ocurre en pacientes jóvenes, procedentes de áreas endémicas, diagnosticados más frecuentemente por crisis epilépticas. Además de la neuroimagen, es importante valorar datos serológicos y de afectación sistémica. Existe controversia en la duración del tratamiento antiparasitario, que en nuestra serie fue de 16 días. La evolución clínica y radiológica fueron favorables a los 6 meses.