COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
Gutiérrez Naranjo, Jorge; Acosta Brito, Isidro Alexis; Crisóstomo Pardillo, Francisco Javier; Morales Hernández, Cristian; Alonso Pérez, Jorge; Mota Balibrea, Victoria Carlota
CENTROS
Servicio de Neurología. Complejo Hospital Universitario Nuestra Sra. de Candelaria
OBJETIVOS
Describir el desarrollo clínico de un paciente diagnosticado de síndrome de Kleine–Levin, una hipersomnia recurrente poco prevalente (1-5:1000000).
MATERIAL Y MÉTODOS
Revisión de la historia clínica y anamnesis.
RESULTADOS
Se trata de un varón de dieciocho años, derivado desde consultas de Psiquiatría infantojuvenil. El proceso inicia en 2009 a los diez años y medio, cuando ingresa en la planta de Pediatría por alteración de la conducta, coprolalia y alucinaciones. Se realizan numerosas pruebas, todas normales, siendo dado de alta cuando de manera súbita al quinto día de ingreso vuelve a su estado basal, con el diagnóstico de cuadro confusional agudo. Desde entonces ha estado en seguimiento por Psiquiatría, no siendo valorado hasta 2017 por Neurología, donde con la anamnésis dirigida se llega al diagnóstico. Padece un total de 11 episodios de unos 10 días de duración. Sensación de resaca e hipersomnia de más de 18 horas con hiperfagia, labilidad emocional, irritabilidad, coprolalia y deshibición sexual en vigilia. De forma esporádica, alucinaciones visuales y sensación de despersonalización. Tras los brotes, 1-2 días de expansividad del humor y euforia sin llegar a hipomanía. El estado intercrítico basal es normal, sin conductas anómalas. Con el tiempo, las crisis han sido menos sintomáticas, con mayor control conductual por parte del individuo, tanto en lo comportamental como en las horas de sueño.
CONCLUSIONES
Consideramos la importancia de conocer el espectro clínico de una enfermedad descrita pero poco frecuente, la valoración por Neurología para no retrasar el diagnóstico, así como añadir los resultados de las pruebas complementarias a la bibliografía existente.