COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
Sampedro Andrada, Arturo 1; Sánchez Parra, Clara 2; Andreu Reinón, M Encarnacion 2; Fuentes García, Francisco Antonio 2; Montiel Navarro, Laura 1; Alonso Verdegay, Gemma 1; Candeliere Merlicco, Antonio 1
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Rafael Méndez; 2. Servicio: Medicina Interna. Hospital Rafael Méndez
OBJETIVOS
Evaluar la calidad de vida (CV) de las personas diagnosticadas de EA o EPI, considerando las esferas concretas de la CV que son más susceptibles de deterioro a lo largo de ambas enfermedades.
MATERIAL Y MÉTODOS
30 pacientes de una consulta de neurología y de un Centro de Día para personas mayores, diagnosticados de EA o (20 personas) o EPI (10 personas) por un neurólogo durante una consulta de rutina de neurología general. Se utilizó la técnica de muestreo de casos consecutivos en la consulta de neurología y muestreo intencional en el centro de día. Se realizó un estudio descriptivo de tipo transversal y con enfoque cuantitativo mediante encuesta a través de una entrevista directa. Se emplearon los cuestionarios QOL-AD en pacientes con EA y PDQ-39 en pacientes con EPI.
RESULTADOS
La mediana de puntuación en la QOL-AD fue de 33 (23,50-37,50). Los pacientes que presentaban una actividad de ocio más diversificada y un mayor abanico de relaciones sociales presentaban unas puntuaciones más altas de CV. No se insinuaba una relación evidente entre los niveles de ingresos y las ayudas sociales y las respuestas referidas en el QOL-AD. Los pacientes con EPI no referían una pérdida de movilidad que redundase en una importante disminución de la CV; existiendo, en cambio, una queja invariable de problemas cognitivos y problemas derivados de dolor a diferentes niveles, que fue la esfera con peores resultados en CV.
CONCLUSIONES
Los familiares de pacientes con EA percibían peor CV que los pacientes. Los síntomas no motores provocan gran pérdida de CV.