COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
Ciano Petersen, Nicolas Lundahl; Cabezudo García, Pablo; Castro Sanchez, Maria Victoria; Muñoz Ruiz, Teresa; Pons Pons, Gracia; Batista Blasco, Jose Luis; Rodriguez Lavado, Ignacio; López Moreno, Yolanda; Antolí , Helena; Serrano Castro, Pedro
CENTROS
Servicio de Neurología. Hospital Regional Universitario de Málaga
OBJETIVOS
El gadolinio por vía intravenosa es considerado seguro, aunque hay descritas reacciones de hipersensibilidad y toxicidad sistémica, especialmente en pacientes con insuficiencia renal. Su uso por vía intratecal no figura en ficha técnica, no obstante, esta descrito uso con seguridad y buena tolerancia para estudiar fugas de LCR.
MATERIAL Y MÉTODOS
Presentamos una paciente de 66 años remitida a consulta por vértigo de características periféricas y hallazgos en RM compatibles con hipotensión de LCR. Además refiere cefalea con maniobras de valsalva. Ingresa para localización de fuga de LCR.
RESULTADOS
Se decide realizar mielografía mediante RM con contraste intratecal. Punción lumbar atraumática con presión de salida a 4cmH20 y se introduce en espacio subaracnoideo 1ml de Gadovist. Tras escasos minutos comienza con alteración de conciencia, comportamiento anómalo, automatismos manuales y sufre crisis generalizada tónico-clónica(CGTC) que cede con diazepam IV. Posteriormente continua con automatismos manuales, versión cefálica forzada derecha y mioclonías frontales bilaterales sin recuperación de conciencia. Ante sospecha de status epiléptico sin respuesta a benzodiacepinas y tres fármacos antiepilépticos, se traslada a cuidados intensivos. TAC y RM craneal urgentes descartan patología estructural y objetivan contraste en espacio subaracnoideo cerebral. EEG objetiva foco irritativo temporal derecho y FIRDA. La paciente mejoró progresivamente tras 72h de tratamiento corticoideo y antiepiléptico intensivo, sin requerir ventilación mecánica.
CONCLUSIONES
Sugerimos que en caso de realizar mielografía mediante RM con gadolinio intratecal, se utilice la menor dosis posible, y que debe tenerse en cuenta a pesar de su excepcionalidad el desarrollo de un cuadro encefalopático tóxico con crisis epilépticas, incluso status epilepticus.