COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
Cánovas Iniesta, Maria 1; Morales de la Prida, Moises 1; Alba Isasi, Maria Teresa 1; Vázquez Lorenzo, Julian 1; Lozano Caballero, Maria Obdulia 1; Pérez Navarro, Victor Manuel 1; Herrero Bastida, Pablo 1; De Paco Tudela, Gonzalo David 2; Hernández Clares, Rocio 1; Martínez García, Francisco 1
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca; 2. Servicio: Radiología. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca
OBJETIVOS
La hemorragia intracerebral es cada vez más reconocida como potencial complicación de la encefalitis herpética.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se presenta el caso de una paciente con encefalitis herpética por VHS-1 que desarrolla hematomas intraparenquimatosos a distancia del foco de infección.
RESULTADOS
Mujer de 70 años que ingresa por náuseas, somnolencia y crisis convulsivas. A la exploración se encuentra estuporosa y presenta hemiparesia izquierda. La RM cerebral evidencia lesión temporal derecha sugestiva de encefalitis herpética, el EEG muestra status epiléptico no convulsivo, y el análisis de LCR pleocitosis linfocitaria con PCR positiva para VHS-1. La paciente evoluciona favorablemente tras inicio de terapia antiepiléptica y aciclovir intravenoso, mantenido durante 3 semanas. En RM cerebral realizada al mes del ingreso se aprecia disminución de la lesión temporal pero hallazgo incidental de dos hematomas córtico-subcorticales subagudos parietal derecho y parieto-occipital izquierdo, sin deterioro clínico asociado. La arteriografía no mostraba signos de vasculitis ni otras anomalías vasculares y se descartó coagulopatía. Quedaron como secuelas dificultad para deambular y déficits mnésicos.
CONCLUSIONES
La hemorragia intraparenquimatosa está descrita en el 2-3% de casos de encefalitis herpética, principalmente por VHS-1. Generalmente está ausente al debut, aparece en los primeros 15 días de ingreso y no se acompaña de datos sugestivos de vasculitis. La localización más frecuente es el lóbulo temporal afecto, probablemente en relación con disrupción vascular por el proceso inflamatorio-necrotizante. Sin embargo, también se describen localizaciones atípicas a distancia, principalmente parietal, occipital y profunda, cuya patogenia no está clara. Son necesarios más estudios para conocer mejor su fisiopatología e intentar prevenirla.