COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
Calleja Castaño, Patricia 1; Morales García, Ester 1; Guerrero Molina, M Paz 1; Rodríguez-López , Claudia 1; Valdezate García, Sylvia 2; Gonzalo Martínez, Juan Francisco 1
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Universitario 12 de Octubre; 2. Servicio de Neurología. Hospital Carlos III
OBJETIVOS
El botulismo alimentario (BA)es una enfermedad infrecuente en Europa, causada por la ingesta de alimentos contaminados con la neurotoxina producida por Clostridium botulinum. Se manifiesta por paresia de pares craneales con midriasis arreactiva y parálisis muscular descendente progresiva, pudiendo afectar la musculatura respiratoria. El tratamiento se basa en la administración de la Antitoxina botulínica.
MATERIAL Y MÉTODOS
Descripción de un caso clínico de BA
RESULTADOS
Mujer de 79 años que presenta un cuadro subagudo progresivo de 5 días de xerostomía, xeroftalmia, estreñimiento y dificultad para la micción con posterior aparición de visión borrosa, disfagia, y en las últimas 24 horas diplopía binocular, sin afectación respiratoria, objetivándose en la exploración neurológica disartria, midriasis media arreactiva, oftalmoparesia con ptosis palpebral bilateral, disfagia, disfonía, debilidad 4/5 en la flexión cervical y debilidad proximal en MMSS. Como antecedente epidemiológico ingiere un bote de conserva casera de judías 24 horas antes. El estudio neurofisiológico muestra trastorno de la unión neuromuscular presináptico. Ante la sospecha clínica se administra Antitoxina botulínica heptavalente sin presentar efectos adversos. Posteriormente se confirma la positividad de la toxina en suero de Clostridium botulinum y la PCR de Neurotoxina B en el cultivo heces. La evolución neurológica ha sido satisfactoria hasta permanecer asintomática con mejoría neurofisiológica.
CONCLUSIONES
Nuestro caso presenta la clínica característica no siempre presente de BA, sin afectación respiratoria, confirmándose Neurotoxina B. Es una emergencia de salud pública y la antitoxina heptavalente debe ser administrada ante la sospecha clínica de BA, incluso tras 24 horas de la ingestión de la conserva contaminada.