COMUNICACIÓN POSTER
AUTORES
García Díaz, Iago 1; Ortegón Aguilar, Esperanza 2; Fernández Cabrera, Alejandro 2; Juiz Fernandez, Alvaro 2; López Traba, Alberto 2; Costa Arpín, Eva 2; Corredera García, Enrique 2; Martínez Vázquez, Francisco 2; Prieto Gonzalez, Jose Maria 2
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital de Especialidades de Jerez de la Frontera; 2. Servicio de Neurología. Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela
OBJETIVOS
En ocasiones, al suprimir la terapia farmacológica de alta eficacia en pacientes con esclerosis múltiple (EM) se produce un aumento de la actividad clínica y radiológica que excede la previa al inicio del tratamiento. Esto se conoce como síndrome de rebote. Presentamos dos casos de rebote tras supresión de fingolimod.
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio retrospectivo no intervencionista de pacientes con EM que presentaron síndrome de rebote tras supresión de fingolimod.
RESULTADOS
Dos mujeres con 42 y 33 años respectivamente. La tasa anualizada de brotes (TAB) previa al fingolimod fue de 3 en ambos casos, descendiendo a 0.5 y 1 respectivamente tras el inicio de tratamiento. La EDSS previa a fingolimod fue de 3.5 y 2, aumentada a 4 en el primer caso y estable en el segundo. La duración del tratamiento fue de 31 y 50 meses. El rebote se produjo el primer mes tras suprimir fingolimod. Durante el brote la EDSS subió a 8 y 7 respectivamente. En la resonancia magnética se objetivó un gran aumento de carga lesional con lesiones pseudotumorales. Ambas pacientes recibieron tratamiento con metilprednisolona y plasmaféresis, sin recuperar la EDSS previa a los brotes.
CONCLUSIONES
Tras la supresión de algunas terapias de alta eficacia, como fingolimod, existe riesgo de producirse rebote, incluso tras periodos de lavado cortos. Probablemente, en pacientes con actividad previa, el beneficio de iniciar otra terapia de forma inmediata supere los riesgos de posibles efectos secundarios de combinar dos tratamientos inmunosupresores.