COMUNICACIÓN ORAL | 24 noviembre 2020, martes | Hora: 15:00
AUTORES
Llauradó Gayete, Arnau 1; Caronna , Edoardo 1; Ballvé Martín, Alejandro 1; Gallardo , Victor Jose 1; Ariton , Diana Maria 1; Lallana Serrano, Sofia 1; López Maza, Samuel 1; Olivé Gadea, Marta 1; Quibus Requena, Laura 1; Restrepo Vera, Juan Luis 1; Rodrigo Gisbert, Marc 1; Vilaseca Jolonch, Andreu 1; Hernández González, Manuel 2; Martínez Gallo, Monica 2; Alpuente Ruiz, Alicia 1; Torres Ferrús, Marta 1; Pujol Borrell, Ricard 2; Álvarez Sabin, Jose 1; Pozo Rosich, Patricia 1
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Universitari Vall d'Hebron; 2. Servicio: Inmunología. Hospital Universitari Vall d'Hebron
OBJETIVOS
Analizar la asociación entre cefalea, evolución clínica de COVID-19 y respuesta inflamatoria, comparando pacientes con y sin cefalea.
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio observacional prospectivo en que comparamos pacientes con COVID-19 reclutados en urgencias, con y sin cefalea, incluyendo datos demográficos, clínicos, constantes vitales y parámetros analíticos de inflamación. Analizamos la evolución de COVID-19, comparando los datos basales con los del seguimiento a 6 semanas.
RESULTADOS
130 pacientes adultos incluidos, 97 (74,6%) con cefalea. La presencia de cefalea estaba asociada con anosmia/ageusia (p<0,001), pero no con fiebre. Comparando los pacientes con cefalea con los que no la presentaban, observamos que el grupo con cefalea era más joven (50,6±15,3 vs. 63,6±15,7; p<0,0001), mujeres (57,7% vs. 30,3%; p=0,009) y tenía más antecedentes personales de migraña (32,0% vs. 12,1%; p=0,039). Los pacientes con cefalea tenían una menor duración clínica de COVID-19 (21,810,0 vs. 29,213,6 días; p=0,036) y, si asociaban además anosmia, también presentaban hospitalización más corta (6,5±5,9 vs. 12,4±11,7; p=0,047). En el grupo cefalea, observamos niveles más bajos de IL-6 en la analítica de urgencias, así como niveles más estables de IL-6 durante la hospitalización (p<0,05).
CONCLUSIONES
La cefalea asociada con la infección por COVID-19 es un síntoma frecuente, predictivo de un curso clínico más corto y, si asocia anosmia, de hospitalización más corta. Estos hallazgos clínicos pueden estar respaldados, fisiopatológicamente, por una inflamación más localizada directamente producida por el SARS-CoV-2 a nivel craneal. Más estudios son necesarios para mejor investigar el papel de la inflamación en la cefalea por COVID-19.