COMUNICACIÓN ORAL | 02 diciembre 2020, miércoles | Hora: 15:00
AUTORES
Reguera Acuña, Antia 1; González Velasco, Gemma M. 2; López Martínez, Rocio 3; López López, Begona 2; Criado Antón, Alvaro 2; Fuentes Castañón, David 2; Hedrera Fernández, Antonio 4; Blanco Lago, Raquel 4; Málaga Diéguez, Ignacio 4; Mozo Avellaneda, Lourdes 3; Moris De la Tassa, German 2
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Hospital Valle del Nalón; 2. Servicio de Neurología. Hospital Universitario Central de Asturias; 3. Servicio: Inmunología. Hospital Universitario Central de Asturias; 4. Servicio: Neuropediatría. Hospital Universitario Central de Asturias
OBJETIVOS
Las encefalitis autoinmunes (EA) pueden debutar con síntomas muy variables, y esta heterogeneidad clínica puede dificultar en gran medida su diagnóstico. Nuestro propósito fue analizar las características clínicas de pacientes con EA atendidos en nuestro hospital, los tratamientos administrados y su pronóstico funcional.
MATERIAL Y MÉTODOS
Análisis retrospectivo de pacientes diagnosticados de EA acorde a los criterios de Graus et al. entre 2011-2019. Se registraron variables demográficas, clínicas, analíticas, radiológicas, estudios neurofisiológicos, tratamientos realizados, evolución y mortalidad.
RESULTADOS
Se encontraron 20 pacientes, 50% varones, mediana de edad 66 años. Un 40% presentó un cuadro infeccioso previo. Los síntomas debut fueron trastornos conductuales (65%) o crisis epilépticas (35%). Los síntomas más frecuentes fueron trastornos conductuales (80%), epilepsia (60%), alteraciones del lenguaje (30%), del ciclo sueño-vigilia (25%) y del movimiento (20%). Un 70% presentó anticuerpos antineuropilo, un 15% onconeuronales y un 15% no presentó anticuerpos. Los anticuerpos anti-NMDAR fueron los más comunes (45%). Al analizar el LCR, un 60% de los pacientes mostró pleocitosis e hiperproteinorraquia. Frecuentemente, se observaron hallazgos patológicos en VEEG (65%) y en RM craneal (80%). Se encontró una neoplasia en 3 pacientes. Todos recibieron inmunoterapia. A los 3 meses, un 40% presentó una recuperación completa, un 30% parcial, y otro 30% persistió severamente incapacitado. La mortalidad al año fue del 15%.
CONCLUSIONES
La aparición de alteraciones conductuales y crisis de forma subaguda debe plantear la posibilidad de una EA. El reconocimiento clínico, diagnóstico e inicio precoz de tratamiento con inmunoterapia resulta esencial en estos pacientes para evitar secuelas neurológicas irreversibles.