COMUNICACIÓN ORAL | 29 noviembre 2021, lunes | Hora: 20:00
AUTORES
González Manero, Ana Maria 1; Peinado Postigo, Felix 2; del Saz Saucedo, Pablo 2; Velayos Galan, Alberto 3; BOTIA PANIAGUA, ENRIQUE 2
CENTROS
1. Servicio de Neurología. Complejo Hospitalario La Mancha Centro. Hospital de Tomelloso; 2. Servicio de Neurología. Complejo Hospitalario La Mancha Centro M.I.; 3. Servicio: Neurociencias. Complejo Hospitalario La Mancha Centro M.I.
OBJETIVOS
Desde el inicio de la pandemia por COVID-19 mucho se ha escrito sobre síntomas y signos asociados a la esta infección; uno de los más conocidos por la población general y que también ha propiciado gran interés en la comunidad científica es la alteración del olfato.
MATERIAL Y MÉTODOS
Respecto a su incidencia es notable la variabilidad observada, entre un 5.1% al 85.7%. Realizamos seguimiento de 10 pacientes (6 hombres y 4 mujeres), vistos en Consultas de Neurología general, con alteraciones olfatorias post-COVID de más de 6 meses de evolución tras negativización de PCR. Rango de edad: 35 a 47 años. De este grupo 4 presentaban anosmia (3 hombres y 1 mujer) y 6 hiposmia severa (3 hombres y 3 mujeres). A todos se les realizaron RM cerebrales con cortes finos a nivel de bulbos olfatorios, resultando todas anodinas excepto en un varón con anosmia en que se objetivó hiperseñal de los bulbos olfatorios bilaterales en FLAIR.
RESULTADOS
Como valoración subjetiva se utilizó la escala EVA (de 0 a 10) y en consulta test ciego de 3 olores. Se les indicó que, durante 3 meses, realizasen 2 veces al día estimulación olfatoria con 5 olores: lejía, amoniaco, alcohol, su perfume habitual, café y comida caliente. De los pacientes con anosmia 1 no evidenció cambios mientras que el resto mejoraron a hiposmia severa. Todos los pacientes con hiposmia severa mejoraron en mayor o menor grado.
CONCLUSIONES
Aunque se trata de un estudio preliminar básico permitió implimentar de forma sencilla la valoración y actuales recomendaciones al respecto.